Fernando Vergara, más conocido como La Pola, enfrentó una dura etapa alejado del escenario y la televisión. Hoy, busca recomenzar su vida artística tras haber estado privado de libertad y vivir un quiebre familiar que lo marcó profundamente.
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Durante más de una década, La Pola se consolidó como uno de los rostros más queridos del transformismo y el humor chileno. Su participación en programas como Coliseo Romano lo catapultó a la fama, conquistando al público con su estilo fresco, su carisma y su clásica expresión “¡Chooooolo!”.
Sin embargo, su estela mediática se apagó abruptamente hace más de tres años. A raíz de un conflicto familiar que derivó en una denuncia judicial, Fernando Vergara vivió una experiencia que lo cambió para siempre.
“Estuve dos años fuera de las pistas y fue lo más doloroso que ha pasado”, confesó recientemente en una entrevista para el programa Acorralados con Yoyi. Allí, relató el episodio que marcó su alejamiento del mundo artístico: “Me cuesta decirlo. Tuve problemas con mi hermana y ella me demandó por violencia intrafamiliar, que yo supuestamente la había golpeado y estuve detenido por eso. No hubo pruebas, pero sí estuve privado de libertad por un año”.
Según explicó, pasó dos meses en prisión y el resto del tiempo en el hospital psiquiátrico Dr. José Horwitz Barak. “Por mi sexualidad corría riesgo estando en prisión. Aparte, como era un personaje público, era más riesgoso”, indicó.
La experiencia no solo fue dolorosa en lo judicial, sino también en lo personal. “Primera vez que paso por algo así, no se lo doy a nadie. Fue doloroso de parte de quien venía, que es tu sangre. Ahora estoy solo, velo por mí nomás. Me costó salir adelante, pero lo estoy logrando con el apoyo de la gente”, expresó emocionado.
A raíz de todo este proceso, Fernando rompió lazos con su familia. Incluso, ha dejado de mencionar a su madre en sus rutinas. Hoy, lejos de los escándalos, está decidido a reconstruir su carrera desde los escenarios más pequeños, soñando con volver a los grandes festivales que alguna vez lo ovacionaron.