Al set de “Podemos Hablar” llegó la ex chica Yingo y figura de realities, Faloon Larraguibel, quien habló sobre los complejos problemas que ha tenido con el padre de sus hijos, Jean Paul Pineda.
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Uno de los momentos más duros que ha enfrentado recientemente fue el desalojo de la casa donde vivía con sus hijos, situación que involucró a su excuñado y a su exmarido, el futbolista Jean Paul Pineda.
“Ellos se pusieron de acuerdo. Esto no viene de parte de mi excuñado, viene de mi exmarido, que quiere sacar a sus hijos de la casa donde viven, de su zona de confort, de su zona segura”, afirmó. Faloon explicó que su excuñado Matías Pineda le exigió el departamento a partir de lo que ella considera una venta ficticia.
Además, abordó el tema de la pensión de alimentos que su expareja aún no cumple. “La demanda la presenté hace tres meses. Me otorgaron una pensión provisoria, pero no se ha cumplido (...) Hace dos años que no les da nada a sus hijos, y tampoco los ve”, reveló la finalista de “Palabra de honor”.
Faloon también aclaró que sus hijos no tienen ningún vínculo con su padre, debido a una orden de alejamiento por violencia intrafamiliar (VIF) emitida en 2024.
El desalojo de su hogar
Siguiendo el relato del abandono de su hogar, Faloon Larraguibel aseguró que “yo me fui antes de que me desalojaran, fue dos días antes de que llegara el receptor judicial”.
Al explicar su decisión, la comunicadora argumentó que “te sacan las cosas a la calle, te sacan como sea, aunque uno tenga niños… A ellos no les interesa. Me vino una corazonada y dije: ‘me tengo que ir a cualquier lugar’, encontré algo rápido y me moví con mis hijos (...) No me llevé nada, dejé todo. Solo me llevé mi ropa, la ropa de los niños… Salí corriendo, con miedo”.
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Con respecto a sus hijos, Faloon afirma que ha sido honesta con ellos en todo momento. “Ellos saben todo, son niños de 9, 8 y 6 años… Siempre les he explicado todo. Jamás he hablado mal de su padre. Siempre les he dicho: ‘tu papá tiene que solucionar algunos problemas’. Pero mis hijos lo entienden”.
Aunque el proceso fue duro, ella reconoce que el cambio les hizo bien “Nos cambiamos y nos cambió la vida. Fue un cambio de energía. Los niños están felices”.