Un radical cambio ha significado para el comediante Rodrigo González el haber decidido dejar de beber alcohol, un proceso del que ya lleva más de 100 días y que revela, le ha permitido mejorar su “calidad de vida, tanto familiar como de salud”.
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Un nuevo estilo que llega luego de un buen tiempo en que el humorista se tomaba al menos una botella de vino mientras escribía sus rutinas y a pocos días de haber obtenido junto a su socio Jaime Mancilla la patente de restaurante para su local Casa Comedia, ubicado en el barrio Bellavista.
La nueva vida de Rodrigo González
“Tomaba vino cuando escribía y yo no puedo tomar una copa, me tomo la botella, entonces pensé: ‘Pierdo tiempo, no me sirve, no rindo (…) paro de tomar’. Fue de un día para otro, yo soy bueno para parar con todo”, reconoció este jueves en diálogo con lun.com.
“Yo tomaba los fines de semana y en la semana, cuando me sentaba a escribir. No es que me anduviera cayendo ni tomaba en la mañana, no era el borracho que anda tomando vodka. Tomaba chileno promedio (…) no, chilote promedio, jajá”, agrega el humorista, satisfecho de los resultados que ha conseguido desde que hace 110 días decidió dejar el alcohol.
No es que me anduviera cayendo ni tomaba en la mañana, no era el borracho que anda tomando vodka. Tomaba chileno promedio (…) no, chilote promedio, jajá
— Rodrigo González
“Bajé de peso, ya he bajado cinco kilos, estoy más activo y rindo más. Me mejoró la calidad de vida, tanto familiar como de salud. Ahora, yo no me pongo a predicar con esto: el que quiere tomar, que tome”, puntualiza González, quien reconoce que si bien “nunca perdí una pega por curado”, nunca se atrevió a beber ad portas a cualquier presentación o trabajo que debía realizar.
“Cuando tenía que trabajar, no tomaba la noche anterior”, aseveró el comediante, quien aseguró que ni siquiera el haber obtenido la patente para su restaurante lo hizo claudicar en su proceso de desintoxicación.
“Cuando pasó eso me tomé una cerveza sin alcohol con unos amigos”, concluyó.