Julio fue un mes polémico para el animador de TVN, Daniel Fuenzalida. Todo esto estalló después de que se filtró el fin de la amistad con Rosario Bravo, su co-animadora del podcast “Cómo están las weones?”, el cual también llegó a su fin.
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Una inscripción de la marca sin su previo conocimiento y sentimientos de no ser valorada ni respetada como una importante figura del podcast, fueron los motivos que estuvieron detrás de este quiebre. Intercambio de correos entre ambos fueron filtrados, y el resto fue historia. El último capítulo del podcast fue grabado en sesiones separadas para que no se cruzaran.
Sobre este escándalo fue consultado Fuenzalida durante su aparición en el podcast de Javiera Quiroga, “Más que titulares”, en donde él partió enfocándose en lo más doloroso de este embrollo: el quiebre de su relación de amistad con Bravo.
“Se perdió una amistad y eso es lo que más duele. Duele porque soy un gallo muy de hacer vínculos con las personas que confío y que confían en mí. Para mí siempre es importante en las relaciones humanas, más allá del éxito del programa y que lo pasábamos bien”, declaró.
“Cuando yo me entrego a alguien, me entrego de verdad, y también espero lo mismo de las otras personas. Entonces, más allá de todo lo que se diga, yo todavía creo que sigo dañado, por mí, no por otra persona, de haber construido algo en términos de amistad y que se haya acabado”, añadió.
El término de su amistad
Él aseguró que el término de estos tipos de vínculo, acarrea un fuerte dolor. “Uno queda con un duelo, un luto, un daño, una emoción especial, que no ha sido fácil de llevar. Esto se incrementó con todo lo que pasó y se potenció”, agregó.
Fuenzalida recalcó que la inscripción de la marca y no avisarle a Rosario no fue con una mala intención, sino que quedó en el olvido por el ajetreo del día a día y por su desorden. Asimismo, el animador dijo que nunca fue su intención lucrar con la marca, ni con las otras que inscribió como la de “Que te lo digo” o “Copano”.
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“Lo que más me da pena es que se me haya tratado cómo se me trató, de calificativos que no son los que mis papás me dieron, como ‘sinvergüenza’ y ‘chanta’ y cosas que nunca me habían pasado”, confesó el exHuevo.
Por lo mismo, Daniel dijo que ese escándalo lo ayudó a darse cuenta “del resto de seres humanos que me juzgaron, y que en definitiva fueron parte de mi vida, y que se supone que te conocían bien. Son cosas que duelen”.
Si bien, él reconoce que sí le subió el ego el éxito del podcast, recalcó que lo que más le importaba eran los vínculos humanos que se formaron a partir de aquello, y le pesaba el término de la amistad.
“Es un aprendizaje también, más allá de todo lo que se ha dicho (...) desilusión de algunas personas, y la pena de no haber podido, de parte de los dos lados haber podido alimentar una relación mucho más profunda de lo que se perdía”.
La reflexión después del quiebre
De igual forma, Daniel Fuenzalida comparó este quiebre con la muerte de sus padres. “Uno vive procesos muy heavies, esto para mí ha sido muy doloroso, porque el dolor de perder a los papás es un dolor, es tremendo, es un duelo y uno no está preparado aunque crea que lo está; pero es un dolor distinto: este dolor está lleno de emociones y miedo”.
“Nunca me había visto en una situación de estar angustiado sin querer estarlo. Sentir una culpa sin tener una culpa, o sea es una sensación muy mala, una especie de tortura, y que duraba semanas, y sigue durando”, confesó el animador.
Con respecto al término de su amistad con Rosario, él reflexionó que “yo sí creo que el tiempo lo repara con algunas personas. Estoy tranquilo, porque siempre traté de remar por una buena amistad. Si en este caso Rosario se sintió dañada, pedí perdón, disculpas y reparar en términos físicos lo que había pasado, en términos de devolver la marca”.
Además, Daniel entregó una reflexión sobre las personas que alzaron la voz en su contra durante estas semanas, que alguna vez fueron parte de su círculo. " Del resto de las personas que han hablado, duele porque han pasado por mi vida o en algún pasaje de mi vida. Lo que más me duele es cómo el ser humano se va defendiendo o se va aprovechando de situaciones para hacer ganancias de lo suyo”.
Asimismo teorizó que la gente se sintió intimidada por su éxito, una vez que después de años logró posicionarse como uno de los animadores más importantes del país, por lo que necesitaban “bajarlo”.