La reconocida actriz nacional Francisca Imboden se refirió recientemente a su sorpresiva salida de Mega, luego de más de una década en el área dramática de la estación televisiva. Durante su participación en Más de Ti Podcast, la intérprete abordó con franqueza el cierre de un ciclo que la tuvo en recordadas producciones como Papá a la deriva, La ley de Baltazar, Generación 98 y la reciente Nuevos Amores de Mercado, donde dio vida a la villana Morgana.
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En conversación con Jesenia Urzúa, conductora del espacio, la actriz reconoció que el fin de su vínculo laboral con Mega era algo que se venía gestando hace tiempo. “Era como un camino lógico que se venía viendo, hubo un minuto en que teníamos todos contrato, que fue una cosa fascinante”, comentó.
Sobre los cambios en la industria, Imboden explicó: “El medio ha cambiado, los avisajes han cambiado, Internet se ha metido con mucha fuerza, entonces, no es por defender a nadie, pero es real que el panorama es súper distinto”.
“Las entradas de los canales les va bien, pero ellos tienen prioridades, rostros, qué sé yo, y hay puntos donde no pueden sostener un área dramática (…) entonces empezaron a haber menos contratos, empezaron a achicarse y cada vez están dejando los más esenciales”, añadió, aunque aclaró: “Esto no significa que no me vayan a llamar a un proyecto”.
Pese a la sorpresa inicial, la actriz reconoció que la decisión era previsible. “Estoy súper agradecida de haber estado 13 años con contrato (…) no lo esperaba, pero también sí lo esperaba porque ya se veía que muchos compañeros ya les habían quitado el contrato”, expresó.
Asimismo, criticó las diferencias entre quienes seguían contratados por Mega y los actores que participaban en producciones externas. “Ya no hay área dramática ahí, la producción no la hace el canal, la hace una producción externa, y ellos son los que contratan a los actores (…) entonces había una ambigüedad entre los actores que eran contratados por Mega y los otros”, explicó.
En ese sentido, agregó: “Era una diferencia complicada, porque al nivel de pedir derechos sobre ciertas cosas u horarios, eran dos cosas distintas, entonces se volvía un poco mezquino el juego, incluso haber creado un poco de consentimiento incómodo, por supuesto”.
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Finalmente, Imboden reconoció que el desgaste también influyó en su salida: “Era lógico, está bien, no le hago mucho juicio a la cuestión, no me siento herida (…) pero yo siento que estaba haciendo un poco lo mismo, porque me daban los mismos personajes, eso me estaba achicando (…) para ser súper honesta, no estaba tan feliz”.
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