El periodista deportivo Fernando Solabarrieta no ha ocultado su lucha en contra de las adicciones, y ha sido generoso con los detalles del calvario que esta enfermedad ha significado en su vida personal y familiar.
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En una entrevista con “Hay que decirlo Prime” se sinceró sobre este periodo de su vida y partió señalando que el 2023 hasta el 2024 fue “el peor momento de mi vida, de mi enfermedad. Coquetee con esta mierda por muchos años, nadie puede decir que lo controla, pero era poco”.
“No sé qué pasó en 2023 que me descontrolé absolutamente. Fue de una frecuencia y una cantidad que en mi vida pensé que iba a poder hacer”, añadió el relator, quien rescató que el periodo de 3 a 4 meses de ese año que estuvo con su familia estuvo bien, pero el inicio y término del año fueron terribles.
Al ser consultado si es que estaba acompañado durante este difícil proceso, él dijo que “estaba solo, no quería honestamente que nadie estuviera conmigo. Ocasionalmente tenía la necesidad de contactarme con alguien, pero la mayoría de mi vida pasaba solo. Mis amigos llegaban a derribarme las puertas y hacía que no estaba”.
“No sé si estaba queriéndome encontrarme o perderme, no sé cuál de esos conceptos. Yo puedo explicar mi enfermedad porque en realidad lo que uno consume, alcohol, droga, marihuana, da igual; ese es el síntoma de que estás buscando algo porque no encuentras la forma de palear tu dolor, te quieres anestesiar”.
La sincera conversación de Solabarrieta
Después de estas declaraciones, en el programa se emitió una nota con los grandes logros del periodistas, como también con los grises de su carrera, en donde se retrataba su pública batalla contra las adicciones. Una vez que terminó la nota, él rompió en llanto y reconoció “ser llorón”.
Solabarrieta comentó que en su enfermedad no iba de lado el exceso ni las salidas, sino que “era mucho más triste, era solo, encerrado”.
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Directamente le consultaron por una frase que utilizó anteriormente, que había coqueteado con la muerte, y al aclarar este dicho Fernando se arregló la chaqueta recordando que sus padres lo están mirando.
“Hay detalles que ni siquiera mi familia sabe, por eso no entro en detalles, pero tienen que ver con la cantidad y la frecuencia del consumo. No parar, no parar, no parar, seguir, seguir, seguir”, comentó.
Con respecto al sentir que lo ha agobiado en su vida, Fernando confesó que tenía la percepción que siempre debía ser el mejor en todo. “Pero, yo no me sentía feliz. Esa fue la primera gran señal. Cuando empecé las terapias me di cuenta que no me sentía feliz porque los logros no eran para mí, era para que la gente me quiera: lograr la aprobación de mis viejos, el cariño de mis amigos y de la gente”.
“Hay tres piedras angulares de mi enfermedad. Es muy difícil, ir por la vida sabiendo que no eres suficiente, que nada de lo que hagas es suficiente. Eso te mata y lo que quieres es anestesiarte, que tu dolor se acabe. ¿Qué buscas? Sustancias”, explicó.
Fernando dijo que estuvo mucho tiempo en terapia, pero nuevamente caía en el mismo patrón: lo hacía porque sus cercanos se lo pedían, no era por iniciativa propia, era para satisfacer al resto.
“Me he pasado la vida haciendo lo que la gente quiere que yo hiciera. Tal vez por eso esa locura, ese desenfreno, ese delirio que viví en el departamento solo, fue una respuesta a eso”, aseguró.
El comunicador entró en detalles de uno de sus momentos más oscuros, en donde confesó que “yo no me quería morir, por supuesto que no, pero hay un momento que dices ‘tampoco me interesa tanto seguir’. Nunca pensé (en suicidarme). Aunque, evidentemente lo que estaba haciendo iba camino para allá, pero yo no quería que sucediera. Cuando estás en ese punto de locura, de enfermedad dices ‘o me salvo, o me salvan, o me muero’”.
Pamela Díaz le recalcó que fue de los mejores por mucho tiempo y, después de un gracias, él le respondió que nunca lo creyó. “Yo no me lo creo, no sé si es una inseguridad crónica... Yo logro darme cuenta de algunas cosas, pero no las siento. No me siento suficiente, nunca. Siempre siento que tengo que ser algo más para ganarme el cariño de la gente que más quiero”.
Finalmente, él se quebró al decir que lo que más quiere es vencer esta enfermedad y que sus hijos nuevamente puedan verlo como un ejemplo.