Una de las características que tendrán las mininovelas de Canal 13, los apodados “teleseries verticales”, será la presencia de “easter eggs”. A esto se refiere que son secretos, trucos y guiños ocultos dentro de las tramas, especialmente para fanáticos de las ficciones nacionales.
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Es así como en “Mi boda es una trampa”, el personaje masculino central de la producción, que será interpretado por Matías Assler, se llamará igual que el protagonista de la telenovela de culto “Fuera de control”: Rodrigo Duarte, que estuvo a cargo del actor Romeo Singer.
La recordada teleserie de 1999 se centró en la venganza de una joven (Úrsula Achterberg) a la cual le hicieron una cruel broma. En ella, Rodrigo Duarte era el galán noble, aquel que acompañaba a la protagonista en sus devenires de la vida.

26 años después, y como un guiño a esa telenovela, en “Mi boda es una trampa” su protagonista masculino también se llamará Rodrigo Duarte, en manos de Matías Assler.
En la nueva historia, este rol también es el galán noble, aquel que volverá a recuperar a su gran amor del pasado (Catalina Silva), quien ahora está a un día de casarse con otro hombre (Diego Gougain).
El guiño a “Fuera de control”
Acerca del nombre de su papel y su guiño a “Fuera de control” en “Mi boda es una trampa”, Matías Assler comentó que “me parece entretenido que el canal traiga cosas nuevas sin abandonar la conexión con lo que ha realizado antes”.
“Creo que la ficción en los canales ha marcado mucho a la gente en su vida en general, por sus referentes, que hace justamente que el público se identifique y las recuerde, por lo que es bueno que esos referentes no se pierdan y los vuelvan a reflotar”, añadió el actor.
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Sobre estos guiños al pasado que tendrán las mininovelas del 13, Jaime Morales, creador y guionista de estas primeras historias de ficción chilenas para plataformas digitales y redes sociales, destacó que “este formato llega para instalarse en redes sociales, que son interactivas, y justamente lo que queremos con estas historias y sus guiños es tener una gran interacción con el público que las vea“.
“En el fondo, no queremos ser lineales, es decir, no apelar a lo clásico del contenido audiovisual, que es que se entrega, la gente lo ve y hasta ahí llega. No, aquí queremos jugar con la audiencia, tanto la antigua como la nueva”, cerró.