El corazón de la polémica no recae sobre el cantautor cubano Silvio Rodríguez, sino sobre su productora local. En medio de sus cuatro conciertos realizados en el Movistar Arena de Santiago, la productora Red Eyes enfrenta una orden judicial que exige retener $100 millones de la recaudación de entradas por una demanda de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD).
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La denuncia presentada por la SCD alega que Red Eyes no ha cumplido con el pago de derechos de autor desde 2013, fecha en la que firmó un contrato para el uso público de obras musicales en eventos organizados por ella.
Además, la denuncia señala que la productora habría cambiado su razón social en diversas ocasiones para evadir sus obligaciones contractuales.
El 21° Juzgado Civil de Santiago acogió la demanda y dictó una medida prejudicial que instruye que los fondos sean retenidos directamente de la venta de entradas por la plataforma Puntoticket.
Reacciones y argumentos
Desde la SCD, su director general, Juan Antonio Durán, defendió la acción judicial argumentando que “la música tiene un valor y debe ser respetado” y que estas medidas son esenciales para reivindicar la obligación del pago a autoras y autores.
Por su parte, hasta ahora no se han divulgado las respuestas oficiales de Red Eyes sobre los cargos ni si apelarán la medida. También es incierto el destino final de los montos retenidos y cómo se distribuyan entre los creadores perjudicados.
Contexto e implicancias
La decisión judicial abre una discusión sobre el respeto al derecho de autor en producciones musicales de gran magnitud y la responsabilidad de las productoras frente a los compromisos contractuales con las entidades culturales. Asimismo, pone la lupa sobre las prácticas societarias que podrían utilizarse para evadir obligaciones legales.
Además, el hecho de que esta medida se aplique mientras los conciertos aún están en curso intensifica la tensión entre la operación de eventos masivos y los derechos intelectuales de los creadores implicados.