Pablo Mackenna expresó su molestia ante la etiqueta de “papito corazón” que redes le ha atribuido, luego de que su expareja, Javiera Díaz de Valdés, lo acusara de deber varios meses de pensión alimenticia por su hija en común, Rosa.
En declaraciones al programa ‘Podemos Hablar’ a las que tuvo acceso Página 7, Mackenna dijo que “me parece injusto, a mí me cargan los papitos corazón y cuando veo los otros que aparecen, encuentro que no tengo nada que ver con ellos”.
Agregó que la expresión “papito corazón” equivale —en su interpretación— a “un papito sin corazón… una persona que abandona, que tiene prioridades distintas”.
El conductor enfatizó que, a pesar de sus dificultades económicas para cumplir puntualmente con la pensión —“me ha costado pagar, me puedo demorar un mes, pacté mucha plata en un principio, pero me ha costado” — está presente en la vida de su hija: “Me da rabia que la gente piense así de mí porque estoy con mi hija todos los días, comparto siempre con ella”.
Finalmente, Mackenna reconoció su pasado problemático con el alcoholismo, una temática que abordará en el próximo episodio del programa, donde anticipó que afrontará públicamente esa lucha personal.
“Estoy más viejo, ya me he pegado hartos condoros, he tomado pésimas decisiones, es un tema que tengo súper atento, pero es una manera de escapar también”, sostuvo.

