Alice Glick, uno de los personajes secundarios más longevos de Los Simpson, murió oficialmente en el episodio “Sashes to Sashes” de la temporada 37, emitido el 16 de noviembre de 2025.
Su fallecimiento fue confirmado como permanente por el coproductor ejecutivo de la serie, Tim Long, generando una mezcla de nostalgia, sorpresa y duelo entre los seguidores del universo animado.
La noticia golpeó con fuerza al fandom, especialmente porque Glick llevaba 34 años apareciendo en la serie. Su debut ocurrió en 1991, en el episodio “Three Men and a Comic Book”, convirtiéndose desde entonces en una vecina reconocible de Springfield, con participaciones breves pero memorables que marcaron varias generaciones.
Una muerte inesperada en plena misa
En el capítulo más reciente, Alice Glick se desploma mientras toca el órgano durante un servicio en la Iglesia de Springfield. La escena, tratada con un tono solemne y directo, marca su despedida definitiva.
No es la primera vez que el personaje “moría” en pantalla, pues en la temporada 23 se la había mostrado víctima de un sello robot; sin embargo, aquella muerte nunca se consideró canónica. Esta vez sí.
Tras su fallecimiento, la historia revela que Glick dejó su patrimonio para financiar un programa de música en la Escuela Primaria de Springfield, un gesto que sorprende incluso dentro de la ficción y que da pie a un homenaje escolar que cierra el episodio.
Un personaje pequeño que dejó una huella grande
Aunque era una figura secundaria, Alice Glick tuvo momentos icónicos:
- Cuando le paga apenas 50 centavos a Bart por trabajos domésticos.
- Cuando vende un plato de dulces por 90 dólares en una venta de artículos.
- Su rol como la organista oficial de la iglesia.
A lo largo de los años, fue parte del lore silencioso que mantiene vivo el espíritu clásico de Los Simpson. Su salida definitiva marca otro punto de quiebre para una serie que pocas veces mata personajes establecidos.