A finales de la década de los 90’s, la actriz Francisca Imboden hizo su debut en las teleseries. Los estándares de belleza y el trato a las actrices eran mucho más crudos, y así es como lo recuerda la mujer que dio vida a María Salomé en “Romané”.
En una entrevista en el podcast de Daniela Ginestar, “M de Mujer”, ella fue consultada sobre la belleza hegemónica en las producciones televisivas. “Yo nunca he sido flaca total, se usaban mucho las flacas (...) Siempre me decían que tenía que adelgazar, y mucha gente me decía que tenía que operar mi nariz, que la tenía que achicar”, comentó.
“Había algo con lo físico que de repente dije ‘soy fea entonces’ (risas). Yo cuando chica nunca me sentía muy feliz conmigo misma. Después tuve todo un cambio, una tranquilidad cuando encontré mi espacio en el teatro. Logré sentirme, no bonita, pero sentirme propia y sentirme bien conmigo misma”, comentó.
Sin embargo, esta situación cambió una vez que llegó a la televisión. “Claro, uno entra a la tele y te ponen un blue jeans más chico que tu talla, y te empiezas a sentir gorda, que te ves mal. Además, la tele también agranda. En un minuto dije ‘qué pena, no me gusto’. No fue lindo cuando lo descubrí, y gracias a muchas cosas en la vida, ya no me importa”, reflexionó.
El reprochable comentario de un camarógrafo
Esta no fue la única historia que relató Francisca Imboden sobre su tiempo en las teleseries, ya que recordó un reprochable comentario que recibió a través del sono en sus oídos.
“No soporté en un momento y me fui de un grupo porque a las mujeres nos gritaban por el sono: ‘Cállate tonta’, ‘hunde la guata Imboden’, ‘que te ves fea’, ‘quédate callada’, ‘calladita te ves más bonita’. Decían cosas muy feas”, reveló.
No obstante, este trato no lo recibían los hombres. “Ellos podían llegar curados, con problemas de drogas y había que esperarlos para que se recompusieran para poder decir el texto, pero si tú decías que tu hija estaba enferma: ‘No po, usted quiso tener hijos, no nos podemos encargar de tu guagua, no puedes venir con niños al set’“, contó.
Imboden dijo que ahora no lo aguantaría, pero en esos años, era una situación que se normalizaba. A pesar de esto, sí le paró los carros a un sujeto por su condenable comentario. “Yo también tuve discusiones graves con que no me trates así, no me hables así”, recordó.
“Yo me acuerdo patente que una vez un camarógrafo me dijo una ordinariez, una ordinariez, yo le dije ‘no compañero’. Era una ordinariez sobre mi cuerpo: ‘Dale el dato del ginecólogo porque tenía bueno el culo y las tetas’”.
“Y le dije: ‘No, nosotros no somos amigos, no corresponde’. Se enojó y después me ponía fuera de foco y el director se reía. Nunca le pararon el carro, no lo pescaba, porque era divertido. A las mujeres uno le podía hacer eso”, continuó.
La actriz recalcó que no corresponde que le hagan comentarios sobre su cuerpo, sin importar que se excusen en que se trataban de halagos. “Eran unas transgresiones horribles, validadas absolutamente por los directores de ese momento. Un machismo exacerbado, no lo aguanté mucho, siempre fui media chucara”, cerró.

