El llanto de un niño de primaria en el Bajo Piura encendió la alarma nacional. En un video viralizado este fin de semana, se ve al menor corriendo desesperado mientras un tiktoker —identificado como Edi Morales— lo sigue desde una camioneta, grabándolo e insistiendo para que se acerque.
La escena, registrada a plena luz del día, provocó indignación masiva en redes sociales, donde miles calificaron el hecho como traumático, irresponsable y una grave exposición de un menor en situación de miedo genuino.
Según se aprecia en las imágenes, el niño intenta alejarse con su mochila aún puesta, llorando y repitiendo gestos de pánico. Pese a esto, el creador continúa grabando y llamándolo: “¡Ven! ¡Ven, corre, toma!”.
La reacción del menor, que rompe en llanto de forma incontrolable, llevó a usuarios a denunciar que se trató de una situación que reproducía el patrón típico de un intento de rapto: adulto desconocido, vehículo, insistencia y persecución.
La madre del niño reveló por qué reaccionó así
Poco después, la madre del menor llegó al lugar y explicó la raíz del terror: varios niños de la zona habían sido perseguidos por desconocidos en semanas recientes. Su hijo ya vivía asustado ante la posibilidad de que “se lo lleven”.
“Por eso llora, por eso corre”, se escucha decir a la mujer en el video. El niño, aún temblando, se refugia detrás de ella mientras continúa llorando, incapaz de interactuar aunque el tiktoker intenta ofrecerle agua y dinero para “tranquilizarlo”.
La explicación confirmó que el llanto no fue timidez ni sorpresa: fue una respuesta automática ante un escenario que, para él, era igual al de las historias que había escuchado sobre intentos de secuestro cerca de su vivienda.
Críticas en redes: “Esto no es ayuda, es revictimización”
La publicación generó un rechazo transversal. Usuarios denunciaron que el video reproduce dinámicas de vulneración emocional.
“A un niño así no se le graba, se le protege”, escribió una usuaria.
“Esto es usar la pobreza para conseguir likes”, señaló otro comentario con miles de interacciones.
“Lo traumaron haciendo exactamente lo que él había aprendido a evitar: acercarse a un extraño en una camioneta”, opinó otro usuario viral.
La mayoría coincidió en que el menor actuó correctamente: se alejó de un desconocido que insistía en que se acercara. Para especialistas, este comportamiento es una señal positiva de autoprotección, pero se vio convertido en contenido para redes sociales sin ningún resguardo emocional.
El llamado al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) se replicó en cientos de comentarios, exigiendo revisar el caso por exposición de un menor y por prácticas que podrían considerarse intimidatorias, incluso sin intención de daño.

