Uno de los participantes que más ha llamado la atención dentro del estelar de comedia de Mega, “El Coliseo”, es Juan Oyaneder. El periodista se ha destacado por su humor serio y seco, también conocido como “deadpan”.
Él pasó al proceso de “La Gran Gala” junto a otros 62 comediantes que pasaron exitosamente las audiciones. Ahora se cambia del formato solista de las audiciones para dar paso a las Batallas del Humor.
En cuatro capítulos se dieron competencias en formato trío, donde los participantes se presentarán en el escenario con sus mejores chistes y rutinas. Ahí el jurado seleccionará al mejor de los tres por las risas que consiguen, su calidad y la evolución de sus repertorios.
Una vez realizadas todas las actuaciones, el jurado y el público decidirán a los próximos 21 comediantes que avanzarán a las semifinales. La próxima semana se transmitirá el último capítulo de este proceso.
El humor seco de Oyaneder
Al ser consultado si este tipo de humor seco está masificándose en Chile, el comediante señaló que “el dead pan es una variante del humor que siempre ha existido y que no es tan masiva o popular, dado que es un humor objetivamente más complejo”.
“En mi caso, más que una opción, es la forma casi obligada que tengo de enfrentar a un público en el escenario porque yo no soy muy distinto fuera de él. Soy parco, reservado y, quizá, introvertido por lo que la llamada comedia seca es mi única forma de hacer humor. Eso implica ser más sesudo en la escritura del libreto, pues no cuento con herramientas como el desplante escénico, el ‘ángel’ o la simpatía”, añadió.
Al explicar cómo incorpora la sátira y el sarcasmo dentro de sus rutinas, él explicó que “como otras figuras literarias, son tropos extrapolados desde la narrativa y la poesía. Están presentes, junto a la metáfora, la comparación, la hipérbole y muchos más, en la construcción del relato humorístico”.
“Eso requiere observación, ser capaz de detectar dónde está la contradicción. Cuando se trabaja con la ironía, definida como el acto de expresar lo contrario de lo que se quiere decir, es casi fundamental la inexpresividad, pues ésta detona esa discrepancia entre lo esperado y lo que realmente sucede”, complementó.
Finalmente, Juan Oyaneder se refirió a si cree que el público chileno estaría preparado para apreciar la rutina de un comediante de humor seco en un escenario tan importante como el Festival de Viña.
“Ya lo hizo Felo y quizás algún otro comediante que no recuerdo su nombre. Yo por lo menos, y asumo que esto debe ser la generalidad, me presenté para ganar. Obvio que el escenario de Viña requiere un trabajo de adaptar el libreto a un público masivo y variopinto; humor comprensible y sin licencias literarias o dramáticas. Esos lujos te los puedes dar en otros escenarios más íntimos. Asumo que tal vez me equivoqué en leer poemas en televisión, pero preferí morir con la mía”, cerró.

