Álvaro Ballero continúa abriendo su intimidad a través de redes sociales, donde ha narrado cómo ha sido retomar el rumbo tras su separación de Ludmila Ksenofontova, con quien mantuvo una relación por años y tuvo hijos.
El comunicador ya había calificado el quiebre como una noticia devastadora, pero también reconoció responsabilidad y decidió comenzar un proceso terapéutico para recomponerse emocionalmente.
Cambios en su rutina y señales de avance
En Instagram, Ballero ha compartido pequeños hitos que para él representan avances significativos. Uno de ellos estuvo marcado por la relación con la comida, fuertemente afectada durante las primeras semanas.
En una reciente historia mostró un plato vacío y explicó: “Y en la hora de almuerzo, filetitos de pollo... qué ridículo que les cuente mis comidas, pero para alguien que estaba comiendo solo maní salado desde que me separé, es un gran avance”. El comentario refleja cómo el duelo emocional terminó alterando su alimentación diaria, algo que está intentando revertir siguiendo las recomendaciones de su terapeuta.
Estos cambios, por modestos que parezcan, han resultado fundamentales en su proceso de recuperación. La elección consciente de una ensalada o un almuerzo equilibrado simboliza, según él, un paso concreto hacia la estabilidad.
Un regreso no esperado: el cigarro
No todo, sin embargo, ha sido avance. Ballero reconoció que la separación también lo llevó a retomar un hábito que creía dejado atrás: “Ahora, hay muchos pendientes, como dejar de fumar. Volví a fumar desde que me separé y ahora vapeo como los adolescentes, espero dejarlo. Desde los 20 años que no fumaba y volví a los 43”, confesó. Aun así, aseguró que está trabajando activamente para deshacerse nuevamente del vicio.
Cuatro meses de aprendizaje
El exchico reality no ha ocultado la dureza del camino. “Es un camino difícil y oscuro. Voy a cumplir cuatro meses desde aquel fatídico día, pero ha sido una etapa para aprender, nunca dejas de hacerlo. Han sido caídas fuertes, pero el tiempo ha ayudado, he aprendido a ser mejor, no es fácil”, reflexionó.
Por ahora, asegura que no está en búsqueda de una nueva relación. Su prioridad es reconstruirse como persona y fortalecer su rol de padre. En sus propias palabras, no contempla volver a emparejarse “al menos por un año”, enfocando su energía en sanar y avanzar con calma.
Con sinceridad y vulnerabilidad, Ballero ha convertido sus redes en un registro de su proceso, mostrando que incluso las pequeñas victorias pueden marcar la diferencia en un periodo de transformación personal.