La abogada Lya Rojas confirmó que la modelo Faloon Larraguibel ganó el juicio contra Jean Paul Pineda y obtuvo el divorcio tras un proceso que no fue simple ni rápido.
El tribunal consideró antecedentes de violencia intrafamiliar, un factor que cambió por completo el desarrollo del caso y la ruta jurídica que siguió la defensa.
La defensora publicó una foto junto a Faloon fuera del Juzgado de Familia de San Bernardo, donde ambas aparecen sonrientes después de cerrar un proceso que la propia abogada describió como “difícil, complejo y marcado por hechos que debían acreditarse con cuidado”.
Un divorcio que dejó de ser trámite por la violencia intrafamiliar
Rojas explicó que cuando existe violencia, el divorcio no responde al ritmo habitual. Requiere pruebas, resguardos, medidas de protección y definiciones sobre visitas, cuidado personal, alimentos y patrimonio.
Su mensaje apunta a que el desafío principal no era la rapidez, sino garantizar una salida segura para Faloon y evitar que el daño continuara “por otras vías”.
La abogada detalló que este caso implicó abordar cada capítulo con respaldo probatorio, especialmente porque la violencia intrafamiliar altera la estructura del juicio y obliga a medidas adicionales para proteger a la víctima.
Testimonios y pruebas: los elementos que inclinaron la balanza
Rojas aseguró que, pese a su trayectoria en derecho de familia, este proceso la impactó a nivel humano y profesional. Destacó que los relatos de testigos fueron determinantes para acreditar hechos que influyeron directamente en la solicitud de medidas de protección, en el régimen familiar posterior y en la distribución patrimonial.
Según su publicación, el tribunal valoró estos antecedentes para emitir un fallo que permite a Faloon cerrar oficialmente su matrimonio con Pineda, después de episodios públicos de denuncias y conflictos que se arrastraban desde 2024.
El cierre de un ciclo difícil para Faloon
Para Faloon, esta resolución simboliza un cierre emocional y legal tras años de turbulencias. Su presencia en la foto frente al tribunal, sonriendo junto a su abogada, refuerza una narrativa de reconstrucción personal que ha venido mostrando en programas y redes.
La sentencia marca un antes y un después para la figura televisiva, quien ahora queda con un fallo que reconoce el daño vivido y que sienta las bases para un nuevo periodo con resguardo jurídico y claridad familiar.