El divorcio de Faloon Larraguibel de Jean Paul Pineda no siguió el camino habitual de un proceso de separación. La abogada Lya Rojas confirmó que el tribunal falló a favor de la exfigura televisiva después de un juicio complejo, marcado por antecedentes de violencia intrafamiliar que cambiaron por completo la forma en que se desarrolló la causa.
La propia defensora lo explicó en sus publicaciones: cuando existe violencia, el divorcio deja de ser un trámite rápido y pasa a convertirse en un proceso donde cada decisión debe estar respaldada con pruebas, medidas de protección y resguardos familiares.
Un juicio condicionado por la violencia denunciada
Rojas detalló que el equipo legal debió acreditar hechos que influyeron directamente en las decisiones del tribunal. Esto incluyó medidas de protección, la evaluación del régimen familiar posterior y la revisión del patrimonio para evitar nuevas formas de abuso o dependencia.
El mensaje es claro: el tribunal no resolvió únicamente la disolución del matrimonio, sino que analizó el contexto completo de los hechos denunciados y la necesidad de asegurar un entorno seguro para Faloon.
Testigos determinantes y un proceso emocionalmente intenso
La abogada afirmó que, pese a su experiencia en derecho de familia, este caso la impactó especialmente. Los relatos presentados en sala no solo fueron duros en lo humano, sino que resultaron fundamentales en lo legal.
Los testimonios ayudaron a acreditar conductas previas que, según la defensa, fueron determinantes para que el tribunal entendiera la gravedad del daño y la necesidad de adoptar decisiones que evitaran la continuidad del conflicto por otras vías.
Por qué este divorcio tomó más tiempo que otros
De acuerdo con Rojas, la prioridad no era la rapidez del proceso, sino garantizar una salida jurídicamente segura. En divorcios con antecedentes de violencia, se evalúa mucho más que la ruptura del vínculo: entran en juego la protección de la víctima, la estabilidad familiar y el resguardo patrimonial.
El tribunal debe considerar riesgos, revisar pruebas y dictar medidas que puedan sostenerse en el tiempo sin exponer nuevamente a la persona afectada.
El cierre de un ciclo marcado por el daño
La imagen de Faloon y su abogada a las afueras del Juzgado de Familia de San Bernardo simboliza el cierre de una etapa difícil. El fallo representa un respaldo institucional a lo que la figura televisiva venía denunciando desde hace años, y abre un nuevo capítulo donde lo central es la seguridad y la estabilidad emocional.
El caso también visibiliza cómo la violencia transforma por completo la ruta judicial de un divorcio, y por qué estos procesos requieren más tiempo, más pruebas y más acompañamiento.

