En uno de los puestos de la tradicional feria de emprendedores que se instala en Plaza Ñuñoa se ve a lo lejos el conocido autorretrato de Vincent van Gogh. A su lado, otras pinturas del holandés junto a creaciones de Pablo Picasso y Henri Matisse.
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“¿Qué tipo de pinturas ocupas?”, pregunta una señora con una réplica casi viva de Los Lirios, de Van Gogh en las manos. “Es lana”, responde Francisca Moreno. “La técnica se llama pintura en fieltro agujado”, continúa la dependiente.
En Chiloé
La transacción por la reproducción del óleo sobre lienzo del pintor posimpresionista neerlandés se realiza rápido. Paralelamente más interesados toman telas con la misma técnica, pero de otras pinturas plasmadas como El beso, del pintor austríaco Gustav Klimt.
“Aprendí el fieltro agujado en Chiloé. Viví allá desde el año 2016. Por mi profesión de profesora de arte me fui hacer clases a una escuela y entre mis actividades me tocó organizar una exposición de artesanas de la zona para mantener vivas sus tradiciones centenarias, entre ellas el fieltro y la técnica de la madera”, relata Francisca a Esfuerzo Pyme y Publimetro.
Ansiedad
A Francisca le llamó mucho la atención el fieltro agujado por dos motivos. Primero, por la técnica misma, pero también por la calma y paciencia con la que veía trabajar a las artesanas. “Partí por un tema terapéutico, para calma mi ansiedad. La técnica desestresa. Te motiva la concentración y la motricidad fina”, cuenta.
Comenzó con el propósito de hacer un telar chico, de 15X10 centímetros todos los días. “Me calmé harto. Bajó mi ansiedad y me motivó a crear mis propias pinturas y también a reproducir las que como profesora de arte siempre me llamaron la atención”, destaca.
Fue tal el impulso que tomó, que se atrevió a vender sus obras. Primero en Dalcahue, luego en ferias. Es más, su primer cuadro vendido fue La Noche Estrellada, de Van Gogh. “Me di cuenta de que a los turistas les llamaba mucho la atención este tipo de técnica. Además al poco andar y conversando con otros artesanos me percaté que era algo no explotado dentro de la artesanía”, detalla.
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Para vivir e innovar
Tras algunas ferias artesanales y de lanas, Francisca decide dedicarse a esto ciento por ciento. El 2018, ya insertada en el ámbito artesanal, con su emprendimiento @laneratelares marchando y exponiendo en importantes ferias latinoamericanas, se traslada a Santiago.
- ¿Cómo ves ahora la decisión de dedicarte a esto?
- Cada objetivo que me planteo es un desafío. He logrado mucho en tan poco tiempo. Llevo cinco años y puedo sostenerme económicamente. Me he hecho un nombre, gente que me busca para hacer pinturas y estoy también con ideas nuevas, entre ellas la parte pedagógica de lanera telares.
- ¿Y qué pasa con la profe?
- Se extraña. El arte es emocional y trabajar con niños es muy emocionante y estimulante, pero también veo, como te dije, que con @laneratelares puedo explorar esta área y enseñar esta técnica.
- ¿Clases?
- Sí. Tengo un kit con todo lo necesario para aprender la técnica. También hago clases y guío a quiénes deseen hacer su propio cuadro. Esta enseñanza al final va mucho más allá de la gran satisfacción de lograr hacer lo que querías, tiene beneficios kinesiológicos, ayuda a la motricidad fina, a calmar la ansiedad y también enseña a estar inmerso en un arte sustentable, con productos ciento por ciento naturales.
- ¿Y hablaste que había más en tu mente?
- Hacer una exposición con mis diseños, tener una academia y enseñar esto en colegios de pedagogía Waldorf (donde se potencia el desarrollo de las habilidades artísticas, la imaginación y la convivencia responsable con el medio ambiente). Con el fieltro agujado trabajas con productos ciento por ciento naturales, responsablemente con el ambiente, desarrollando la imaginación y enseñando técnicas que ayudan en muchos niveles.
