Entre los emprendedores sucede mucho que, en el inicio de un negocio, cuando están con toda la energía y esperanza puesta en su iniciativa deben frenar en seco y cambiar rápidamente la dirección. Enfocar la idea que se tenía hacia otro lado, de lo contrario la posibilidad de fracaso es muy alta.
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Es lo que les sucedió a Cristián Serra y Juan Carlos Gallardo. El primero sicólogo, el segundo médico cirujano. Mientras laburaban en el servicio público idearon un centro odontológico de primera categoría. Los más modernos equipos, técnicas y tratamientos de punta para los dientes de los chilenos. Ese era su sueño y sus cálculos aseguraban que el triunfo era cosa de tiempo.
Fue así como a fines del 2017 inauguraron la clínica @clinica.arrayan en Providencia. “Iniciamos esta idea muy confiados que nos iría bien. Era nuestra apuesta, en la que creíamos. Nos jugamos por enteros, pero con el paso del tiempo nos dimos cuenta de que no funcionaba como habíamos planificado”, cuenta Juan Carlos Gallardo a Esfuerzo Pyme y Publimetro.
- ¿En qué se dieron cuenta que no funcionaba su negocio?
- Porque la recuperación del capital inicial no iba al ritmo de lo calculado, lo que significa que tampoco estábamos llegando a los pacientes y había mucha competencia.
- Pensando en la inversión que significa montar un centro odontológico, ¿debe haber sido fuerte decir “esto no funciona”?
- Sí, estaba la inversión en equipamiento, pero también el dolor de decirles a los profesionales que se unieron al proyecto: “Esto no va más”.
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Frenar y acelerar
Es cierto que frenar de esta manera un emprendimiento destroza el ánimo. “Fue fuerte darse cuenta de lo que sucedía, pero con Cristián de inmediato nos dijimos: ‘Hay que ver rápido hacia dónde dirigirnos. Fue así, conversando, viendo qué equipamiento teníamos y analizando bien qué busca la gente, que decimos probar con un centro de estética”, relata Gallardo.
- Ahí identificaron la necesidad y el público.
- En las redes sociales se notaba que los jóvenes buscaban verse y sentirse bien. Por eso apuntamos a ellos. Iniciamos con mucha gente joven, menor de 25 años, que buscaban cosas específicas como la rinoremodelación. Ellos venían muy inspirados y precisos en lo que deseaban. Luego, comenzaron a llegar sus padres, los amigos de los padres.
Fue así como Juan Carlos, como médico, pasó a tener un rol preponderante en los procedimientos que ofrecerían. Partieron con relleno de Ácido Hialurónico, especialmente concentrado en la primera etapa en la nariz.
“Pudimos ocupar casi todo el instrumental que se había comprado como también la estructura de la clínica, ya que estaba organizada en boxs todos totalmente equipados para cirugías de menor complejidad, como las que hacemos”, explica Juan Carlos.
- ¿Cómo fue creciendo la lista de procedimientos?
- Partimos, como te dije, con rinomodelación con un material de relleno biocompatible y absorbible en el tiempo como lo es el Ácido Hialurónico de alta densidad. Luego, vino el aumento labial y el relleno de ojeras, todos con el mismo componente.
- ¿Y cuáles son los tratamientos más solicitados ahora?
- Sobre los 30 años, muy cotizado el Bótox. También relleno con Ácido Hialurónico y a eso súmale liposucción de papada, esa es muy pedida.
Otra detención
La llegada de la pandemia los afectó mucho. “Tuvimos que dejar de trabajar y con eso detener muchos planes de expansión. Fue un período, primero como médico y luego como emprendedor de mucho aprendizaje”, comenta
“Como médico, yo continúo trabajando en el servicio público. Hago turnos en urgencias en un centro asistencial de la IV Región. Imagínate como fue eso en la pandemia, pero a la vez también debíamos calcular como mantener el negocio de la clínica vivo y listo para volver cuando se pudiera, y lo conseguimos muy bien”, agrega.
- ¿Cómo sientes hoy todo lo logrado?
- Con Cristián estamos muy satisfechos. Partimos un proyecto, tuvimos que cambiar el rumbo e involucrase en un proyecto desconocido en el que ya nos hemos empoderado y en el que estamos mirando seguros hacia el futuro.
- ¿Y qué ven de ese futuro?
- Cirugías con láser e implantes de pelo, del que ya hice un curso de especialización.
- Vamos a una encrucijada futurista, ¿qué pasa si la clínica comienza a demandarte mucho, dejas la urgencia?
- Llevo 12 años trabajando en el servicio público, no me gustaría dejarlo, pero tengo claro que en algún momento deberá pasar y concentrarme ciento por ciento en la clínica.