Una de las posiciones sexuales que las mujeres más disfrutamos, es cuando nos montamos sobre nuestro hombre como una vaquerita. Aún así, esta postura puede volverse repetitiva y poco estimulante si no la variamos de vez en cuando. Es por ello que a continuación te proponemos algunas formas de darle un refresh. Ponlas en práctica ¡ya mismo!
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Variante 1: Reina Maria Antonieta
En esta posición, la mujer tiene una sensación de mayor placer y profundidad porque el pene toca y estimula el cuello del útero. Te aconsejamos que estés súper excitada antes de montarte en él. Una vez lubricada, siéntate sobre su pene con las rodillas flexionadas y con los pies debajo o junto a sus brazos. Coloca las manos detrás de ti y apóyate en sus piernas para mantener el equilibrio. Los dos gozarán con la sensación de una intensa presión sobre sus genitales a medida que se mueven hacia adelante y atrás.
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Variante 2: La joya de la corona
Con las rodillas de tu pareja flexionadas y sus piernas relajadas y entreabiertas, siéntate sobre él dándole la espalda y baja poco a poco hasta colocarte sobre su pene. No relajes todo tu peso sobre su cuerpo. Para mayor comodidad de ambos, sostén parte de tu peso con las piernas manteniendo las rodillas dobladas y las piernas tensas. Ahora disfruta del poder que te proporciona esta postura, en la que tu estás encima, junto con el placer que supone para él observarte desde atrás, como en la posición del perrito.
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Variante 3: La guillotina
Se trata de una postura increíblemente fácil y orgásmica, puesto que te otorga a ti todo el control de la intensidad y el ángulo de la embestida. Tu hombre se tumba en la cama con las rodillas flexionadas y tú te sientas sobre él, mirándolo a la cara y reposando las rodillas sobre la cama. Entonces te inclinas hacia atrás, hasta tocar sus muslos. Siéntate cómodamente sobre su pene y luego mueve la cadera en círculos, arrástrate hacia adelante y hacia atrás trazando un ocho con movimientos sexys de tu pelvis.
Variante 4: La silla turca
Siéntate sobre tu pareja mirando hacia un lado. Sus cuerpos deberán formar una L mayúscula y tus piernas tendrán que reposar sobre la parte lateral de su cuerpo. Mueve suavemente la pelvis en forma de ocho, con ello aumentarás la presión sobre tu clítoris y su pene recibirá una intensa estimulación al penetrarte profundamente. Mientras tanto, él solo tiene que recostarse, disfrutar y acariciar tu trasero. Es una variante de la posición de «la cucharita», pero tú deberás moverte en forma de ocho para mayor placer de ambos.
Fuente: Laura Berman. Sexo. Editorial Larousse
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