Los gatos son animales de compañía muy populares, casi tanto como los perros, o quizá un poco más que ellos, depende de a quién le preguntemos: si a un amante de los gatos o de los perros.
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Pero en el caso de los festejos relacionados con estos felinos domésticos, por lo menos hay más de un día dedicado a ellos.
El 20 de febrero es uno de los “días del gato”, que es popular en EE. UU., pues ese día se recuerda el fallecimiento de un gato presidencial: Socks, el gato de Bill Clinton.
Una fecha un poco más internacional sobre los gatos es el 8 de agosto, promovida por el Fondo Internacional para el Bienestar Animal, IFAW, por sus siglas en inglés, que busca generar conciencia sobre que los gatos, por su instinto cazador, pueden ser un peligro para especies de aves silvestres y por eso no es bueno que sus dueños los dejen salir de casa.
Finalmente, el día del gato que se celebra hoy 29 de octubre, es una fecha que se promovió también en EE. UU., para hacer conciencia sobre la adopción responsable y disminuir las poblaciones de gatos callejeros.
Pero, sin importar cuál “día del gato” celebremos, sin duda estos animalitos son unos grandes compañeros, que además tienen cualidades muy particulares.
Domesticamos a los gatos hace menos tiempo que a los perros
Quizá muchos seres humanos nos sentimos más apegados a los perros, porque nuestra historia tiene muchos más años ligada: se considera que los perros fueron los primeros animales domésticos de nuestros antepasados humanos, hace casi 30,000 años.
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Así que los perros que nos acompañan ahora son el resultado de generaciones y generaciones. De este modo los seres humanos, hemos tenido mucho tiempo para seleccionar las características que más importantes nos parecían en los perros.
Los gatos también tienen miles de años acompañándonos, pero menos que los perros: apenas 5,000 años. Esto quiere decir menos generaciones de gatos para reproducir los caracteres que nos parecerían más importantes o “adecuados” en los animales de compañía. O tal vez no hemos tenido suficiente tiempo para entenderlos.
Definitivamente son cazadores
Los gatos tienen un oído muy agudo, y un olfato excelente. Además sus ojos también están adaptados para ver bien en la oscuridad.
Esto porque tienen una estructura llamada tapetum lucidum, que es una membrana situada en la parte posterior de su ojo, que refleja la luz: por eso los ojos de los gatos brillan cuando les da una luz directa y los alrededores están oscuros.
Pero además esto ayuda a los instintos cazadores de los gatos: sea su presa un ratón o una pelota de goma: los gatos pueden detectar muy bien los movimientos aún con poca luz.
Halloween, oscuridad y gatos
Quizá por su capacidad de cazar en la noche con facilidad, es que a los gatos, a lo largo de la historia, se les ha relacionado con la oscuridad. Por ejemplo la diosa egipcia Bastet, de la protección, se representaba con una cabeza de gato, también estaba asociada a la noche y la Luna.
Luego, en la mitología Celta, se consideraba que había brujas que podían tomar forma de gatos o que existían los Cait Sídhe: gatos que tenían poderes mágicos, que además aparecían en la noche de Samhain: la festividad pagana que después se uniría con la cristiana de la víspera de todos los santos para dar lugar a lo que ahora es Halloween.
