Frustrada porque sus padres no le permitieron entrara a una escuela de teatro, una mujer británica somete a su pequeña hija de 6 años a rutinas extenuantes con el propósito de que sea “famosa”.
PUBLICIDAD
Durante 14 horas diarias, la pequeña Penny debe cumplir con horas de clases de baile, gimnasia, actuación y hasta circo. La hija de Nicole Gold no tiene tiempo para jugar, para ser una niña como cualquier otra de su edad.
La historia de Penny y su obsesiva madre fue publicada el pasado 1 de febrero en Mirror. El tabloide británico reseñó el testimonio de la mujer y su perspectiva muy personal de lo que debe ser la educación de un hijo. Por supuesto, le llovieron críticas.
“Desde que empezó a caminar se ponía en mi lugar. Se ponía los tacos altos y se tambaleaba. También agarraba el micrófono”, reveló la madre. Incluso, para forzar una carrera para la niña, la llevó a que la contrataran para campañas de publicidad. “Hizo un comercial y un par de campañas y sesiones de fotos cuando era muy chica”, aseguró orgullosa.
“Tiene un pequeño don”
La madre insiste en que está dando a su hija lo que ella misma no pudo disfrutar. “Me hubiera encantado que mis padres me hubieran empujado a la escuela de teatro. Habría sido mucho más fácil entrar en este mundo difícil de la fama”, reseñó Milenio.
Además de las ocupaciones arriba citadas, Penny debe acudir a clases de Latin Ballroom y en casa recibe lecciones de canto y de lecturas teatrales o guiones. “Su rutina inicia a las 7:30 horas y acaba a las 19:30. Me gustaría que se dedicara a la música, pero puedo verla actuando más cuando crezca. Tiene un pequeño don adecuado para diferentes personajes”, afirma Nicole.
Lluvia de críticas
Una madre indignada por la polémica historia de Nicole escribió: “¿Por qué no un médico? ¿O un piloto? ¿O un ingeniero? ¿O un conferencista? ¿O un escritor? El mundo tiene más que suficientes ‘celebridades’ sonrientes y chillonas”.
PUBLICIDAD
Otras representantes opinaron: “Las aspiraciones parecen ser tan bajas hoy en día”; “Tiene un trauma”; “La madre realmente necesita mirar las estadísticas sobre cuántos de estos niños presionados para ser estrellas infantiles tienen problemas luego en la vida”; recogió Clarín.
“Tengo dos hijas, una de 14 años y la otra de 5 años. Son una personita propia. Yo también tuve sueños pero ni siquiera existen porque decidí tener a mis hijos. ¡Tampoco pongo a mis hijos en ninguna red social y menos los expondría en un periódico! Y mucho menos decidir sobre su futuro”, concluyó otra madre moelsta por el testimonio publicado.
Sin embargo, la madre de Penny considera que no le hace daño a su hija y defiende la vida que eligió para ella: “En primer lugar, quiero que sea feliz y lo mejor que pueda ser. Si lo mejor de ella significa que no lo logra, entonces está bien, siempre y cuando haya hecho todo lo mejor que pueda. Si Penny decide algún día que quiere ser veterinaria, también está bien, siempre y cuando dé el 100 %”, explicó Nicole, que dijo estar orgullosa de ser una madre “insistente”.
Te recomendamos en video