Sheika Latifa bint Mohammed representa un personaje incómodo para la familia real de Dubái desde que en 2018 quiso escapar sin éxito de su “jaula dorada” en ese imperio de los petrodólares. La princesa Sheika Latifa, de 36 años, es la hija menor del poderoso emir Mohammed bin Rashid (72 años), vicepresidente y primer ministro de Emiratos Árabes Unidos, quien se ha visto envuelto en incontables escándalos familiares. Hace dos años, por ejemplo, su sexta mujer, la princesa Haya de Jordania, se fugó junto a sus dos hijos y un maletín con cuatro millones de euros que le facilitó la protección del Reino Unido.
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Durante esta semana, una foto en París de la princesa Latifa junto a la Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, volvió a poner el foco sobre ella a muchos kilómetros de Dubái.
La mujer llegó allí tras pedir ayuda de los organismos internacionales y un largo silencio que ahora rompió una declaración de sus abogados: “La jequesa Latifa quisiera afirmar que tuvo una larga y positiva reunión privada en París con el Alto Comisionado para hacer valer su derecho a la vida privada después de la persistente especulación de los medios sobre ella. Latifa desea aclarar que vive como quiere, que viaja como quiere, que se encuentra perfectamente bien y que le gustaría que los medios le permitieran vivir en paz”, señala.
Encontró la paz lejos de los Emiratos
Hasta ahora, Latifa siempre fluctuó entre su anhelo de huir del emirato y la sumisión al poder de su padre, quien la retuvo hasta donde pudo... En febrero de 2018 huyó en un yate hacia aguas internacionales, pero ocho días después la nave fue asaltada frente a las costas de India por los guardaespaldas del mandatario, que la llevaron de vuelta en un avión privado hasta Dubái.
Sin embargo, tres años después envió un video a la BBC donde formalizaba una denuncia: “Soy una rehén, Me tienen secuestrada en un chalet que se ha convertido en una cárcel”, planteó.
Más tarde, en mayo de 2021, se difundieron fotos suyas tomando café en un mall de Emiratos y, en diciembre, las redes sociales la mostraban en el aeropuerto español de Barajas. En rigor, su encuentro clave con Bachelet en París parece poner fin a la dramática odisea de la princesa cautiva…