En terrenos amorosos es normal confundir las cosas por la vorágine de emociones que sentimos cada vez que lo vemos. ¿Amor? ¿Deseo? Hay una delgada línea que los separa y que muchas veces nos hace tomar decisiones incorrectas.
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De hecho, según la ciencia, esto se complica porque se está liberando grandes dosis de dopamina, un neurotransmisor que es el causante de sensaciones placenteras y relajación, así que entre tantas hormonas, hay que hacer revisión de conciencia.
En especial, si estás pensando trascender con esa persona. Tus motivos deben ser los correctos porque forma parte de la responsabilidad afectiva que le debemos a otras personas.
Diferencias entre amor y deseo
De acuerdo con la psiquiatra, Judith Orloff, para el Huffington Post, “el deseo hace que tengas unas ganas intensas de acostarte con alguien”, mientras que el amor, además del sexo, “también dan ganas de permanecer unidos en el plano emocional.”
“El amor implica querer pasar tiempo con tu pareja y escuchar sus necesidades y sus sentimientos para sentirse unidos. También implica mostrar interés por conocer a sus amigos”, agrega.
Es por eso que, cuando se trata solo de pasión, no hay tanto interés por mantener conversaciones íntimas o adentrarse de lleno en su vida.
El amor se va construyendo con el paso del tiempo y las vivencias juntos, mientras que el deseo es impulsivo y superficial. Piensas en los atributos físicos de la persona, en las fantasías o en el placer que te da, no tanto en lo que verdaderamente es.
“El amor es arriesgado y aterrador a nivel emocional. Te vuelves muy real y vulnerable al confiarle a la otra persona tus miedos y esperanzas, al compartir las historias que te avergüenzan y te enorgullecen, tus esperanzas y decepciones, al dejarte conocer tal y como eres”, asegura la misma fuente.