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Carta astral: ¿Qué es y cómo puedes conocer la tuya?

Una carta astral revela información sobre la posición de los astros al momento de tu nacimiento.

qué es la carta astral

“La carta astral es un mapa del cielo a la hora y fecha en que ocurre un evento”. Con esta frase, Consuelo Ulloa, astróloga y socióloga, describe la carta astral en su libro Astrología para tiempos difíciles, de Editorial Planeta. En palabras simples, se trata de una foto del cielo en el momento en que nacemos, representa las materias que debemos cursar.

Lo primero que debes saber es que el signo ascendente, es el signo que rige tu signo de nacimiento, ya que el día que nacemos entramos a la clasificación de alguno de los doce signos, justo en ese momento el Sol, está ubicado de una manera específica, otorgándonos otros signo que se denomina ascendente. Este será el que influya en nuestro signo de fecha de nacimiento, por ejemplo, hay personas que no parecen de su signo, esto es debido a que su ascendente, anula o potencia, ciertos rasgos.

También cuando nacemos, los planetas están alineados de una manera específica que solo se puede calcular con las coordenadas de nuestra fecha, hora y lugar de nacimiento.

¿Cómo sacar tu carta astral?

Para comenzar a entender todo, con tu fecha y hora de nacimiento en mano, visita el sitio web astro.com, entra a horóscopos gratuitos y luego a extensa selección de cartas e ingresa tu fecha y hora de nacimiento. Automáticamente, conocerás tu ascendente –seguramente, más de alguien te lo ha preguntado-. En términos simples, el signo ascendente nos entrega eso que nos atrae, nos llama. ¿Ejemplo? Sabemos que los Leo llaman la atención, incluso sin quererlo. Un ascendente Leo lucha por llamar la atención y, cuando la recibe, le encanta.

En el texto, la experta busca mostrar cómo la astrología te permite ser dueña de ti misma, conocerte y aceptarte. “Nos puede llevar a ser soberanos de nosotros mismos al no tener miedo a aceptar quiénes somos, y con eso a sostener relaciones más sanas con quienes tenemos alrededor”, asegura.

En primer lugar, conviene saber que los planetas cumplen un rol fundamental en la interpretación de la carta: su posición en signos, casas y los ángulos que generen entre sí. De acuerdo a lo que explica, cada signo es la representación de una constelación y tiene un planeta regente, por lo que posee características propias de él. Como ejemplo, explica que a Aries lo rige Marte, lo que le da impulso y vitalidad.

Luego aparecen las casas astrales que se enumeran de la 1 a la 12, y que representan distintas áreas de la vida. La casa en donde se ubica un planeta indica el área donde manifiesta su energía. “Las casas explican fragmentos de la forma de ser del individuo, colectivo o evento que estemos mirando”, explica Ulloa en su libro.

Claves

Cada planeta tiene una función en particular y se organizan en dos grupos:

Personales (Sol y Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno). Se refieren a las dimensiones que afectan directamente a la experiencia y que son modificables con un trabajo más directo, pues apelan a funciones conscientes. Además, tienen un período de traslación mucho más corto.

Transpersonales transaturninos o generacionales (Urano, Neptuno y Plutón). Son planetas en los que influye directamente el trabajo del inconsciente y el karma. Serían responsables de los ciclos sociales y políticos, según la astrología mundana y evolutiva.

Sol. Representa la potencialidad máxima de nuestros talentos, nuestra conciencia individual y nuestra delimitación con los demás.

Luna. Es la forma en que expresamos nuestra emocionalidad y nuestros vaivenes internos según el entorno.

Mercurio. Representa la forma en que nos comunicamos con nosotros mismos a través de nuestro estilo de pensamiento y aprendizaje, así como la forma en que lo hacemos con los demás a través del lenguaje y las artes manuales.

Venus. Simboliza el goce, el placer, el deseo y la sensualidad. Lo que realmente nos gusta, qué es lo que consideramos bello y qué es lo que realmente queremos en una relación.

Marte. Se relaciona con la energía masculina. Es la acción orientada hacia algo externo, por lo mismo, se relaciona tradicionalmente con la lucha y la guerra. También representa cómo reaccionamos a los estímulos del entorno.

Júpiter. Se vincula con los valores y creencias en el comportamiento individual y cómo podemos expresarlas en sociedad, por lo que la fuerza jupiteriana es probada en cuán fuerte es nuestra ética con el mundo.

Planetas en tránsito

Los movimientos constantes de los planetas generan combinaciones que pueden influir directamente en nosotros. “Los tránsitos de los planetas son los eventos energéticos que nos ayudan a evolucionar y alcanzar de mejor manera el propósito de nuestra encarnación, a través de pruebas y desafíos”, detalla Ulloa. Por eso, resulta importante conocer cuatro criterios para entender la energía de los tránsitos.

La casa por donde está transitando el planeta en evaluación

“Según el planeta que vayamos observando, podremos comprender qué energía está activando y, según la posición de casa, en qué área de nuestra vida podemos ver este despertar. Por ejemplo, un tránsito de Saturno por la casa 2 nos llama a aprender, ordenar, disponer y disciplinar el espacio de nuestras vidas que se relaciona con la valoración propia y el dinero que recibimos. Dependiendo también del signo en que está, podremos ver si esa energía será contradictoria o fluida”.

Los aspectos intercarta e intertránsitos

“Con esto me refiero a ver los aspectos que genera el planeta en tránsito con otros planetas de la carta astral, y luego los aspectos que los planetas en tránsito están generando entre sí para ver su potencia”.

Períodos retrógrados

“Conocer los períodos retrógrados de los planetas también permite comprender cuándo se hará exacto un tránsito o no, especialmente para los planetas exteriores que tienen una traslación más lenta. Si la retrogradación de un planeta en tránsito hará un aspecto con un planeta de tu carta astral, el planeta en tránsito pasará tres veces encima de tu planeta natal, antes de retrogradar, durante la retrogradación y después de ésta. Eso hará que el aspecto se trabaje de forma más profunda y sostenida en el tiempo, además de que puedan hacerse aspectos intertránsitos con planetas interiores”.

Lunas nuevas y llenas

“Las lunas nuevas representan el final del ciclo de veintiocho días que se inició con la Luna Nueva anterior. Esta fase contempla comienzos emocionales desde el balance y la comprensión intuitiva de nuestros sentimientos, así como un período muy bueno para comenzar proyectos y sembrar semillas”, asegura Consuelo.

“Las lunas llenas, por el contrario, contemplan al Sol haciendo oposición a la Luna, o cuando ésta está en oposición a la Tierra desde el Sol. En esta fase, la Luna está en completa iluminación, un momento que desencadena destapes de verdades y sentimientos, y el final de procesos que se han marcado en los últimos meses. La Luna Llena también marca el final del proceso que se inició en la Luna Nueva del mismo signo, seis meses antes. Éste es un excelente momento para cosechar lo que se ha sembrado, para reconocer los cambios sucedidos en el último tiempo, para cerrar procesos, y para reconectar con metas que se abrirán en la próxima Luna Nueva”.

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