A propósito de haberse festejado recientemente entre el 6 y 12 de marzo la semana mundial de la Glaucoma 2022, te mostramos un breve análisis sobre el origen y precauciones para combatir la enfermedad desconocidas por muchos.
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La Asociación Mundial de Glaucoma (WCA) estableció que esta enfermedad es la principal causa de ceguera irreversible y lo más preocupante de todo es que la mitad de los pacientes que la padecen no lo saben. Lo positivo es que, si se detecta a tiempo, todo puede ser controlado y no pasaría a males mayores.
El glaucoma no escatima ni sexo ni edades, ésta puede presentarse a temprana edad, incluso en recién nacidos. Se puede encontrar, además, en pacientes jóvenes que se someten a un control ocular habitual, o como parte del tratamiento de otra afección.
¿Qué es el glaucoma?
Trata sobre una enfermedad que daña al nervio óptico y esto deriva si no es tratado a tiempo a una pérdida progresiva e irreversible de la vista. El daño al nervio óptico es causado por presión ocular elevada debido a la acumulación de líquido que normalmente fluye libremente por todo el interior del ojo. Cuando el líquido se produce en exceso o el sistema de drenaje no funciona correctamente, el fluido no puede evacuarse a su ritmo normal, por lo tanto, la presión del interior del ojo se eleva.
Tratamientos para combatirla
Conocida también en el ambiente médico como “ceguera silenciosa”, la recomendación primordial para su detección es realizar controles anuales a partir de los 40 años con oftalmólogos y especialistas. Si se trata de una persona con antecedentes de hipertensión, antecedentes familiares hereditarios de glaucoma, problemas cardiovasculares y diabetes, la recomendación es que los controles periódicos se realicen desde más temprana edad (25 a 30 años).
Existen varios tratamientos actualizados y tradicionales para la lucha contra el glaucoma. Las opciones más usadas por los momentos es el láser trabeculoplastia selectiva (SLT).
El láser transescleralmicropulsado es considerado por los especialistas como la estrategia que va ganado más terreno en el ambiente oftalmológico, ya que trata sobre un método que, a través de su aplicación sobre la superficie del ojo, provoca micro pulsos con pequeñas descargas de luz que calientan el tejido sin producir daño y facilitan la salida del fluido causante de la presión.
La ventaja de este procedimiento médico es su eficacia, ya que en el 90 por ciento de las personas se controla o disminuye la presión ocular.