Telegram se ha convertido poco a poco en una de las aplicaciones de mensajería instantánea más importante del planeta. Tal vez nunca tendrá la popularidad de WhatsApp pero en definitiva ha crecido mucho en los últimos años.
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Aún así esto no ha evitado que la plataforma será víctima de incidentes extraños donde se pone en riesgo su disponibilidad en algunos territorios.
Sin embargo lo que acaba de sucederle a la aplicación en el país de Brasil califica como uno de los descuidos más absurdos de los que se tenga memoria en la historia reciente.
Básicamente la app de mensajería fue vetada por no dignarse a leer su bandeja de entrada de correo electrónico.
Qué pasó con Telegram en Brasil
A grandes rasgos, el juez de la Suprema Corte de Brasil, Alexandre de Moraes, ha ordenado la suspensión de Telegram porque no respondía a las comunicaciones de los tribunales y las autoridades de dicho país.
El fundador y director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, se disculpó rápidamente y de forma públicas. Afirmando que su empresa se había perdido los mensajes de la corte ya que habían estado revisando una dirección de correo electrónico distinta a la que usaban las fuerzas de la ley para intentar contactarlos:
Tal vez no se sepa mucho fuera de esa nación pero Telegram bien podría decirse que es la plataforma favorita del presidente Jair Bolsonaro y sus seguidores. Por lo que siempre ha sido considerada para cualquier tema de regulación junto a otras redes más populares como Facebook, WhatsApp y Twitter.
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Sin embargo, durante los más recientes esfuerzos por controlar la difusión de noticias falsas, el auge de bots, sock puppets y otras cuentas de comentaristas políticos radicales de derecha, Telegram no se había dignado a siquiera responder los mensajes de peticiones del gobierno de Brasil.
Por tal motivo la aplicación fue prohibida y deshabilitada en el país, dejando como única vía para utilizarla la conexión a redes VPN.
Mientras tanto el juez Moraes le ha dado a Apple y Google cinco días para eliminar la aplicación de sus tiendas de apps. A la par que los operadores que ofrecen el servicio de conexión a la ciudadanía tienen la misma cantidad de días para bloquear por completo el acceso a Telegram.
La app ya trabaja en suspender este movimiento de exilio. Pero todo se habría solucionado y no habría tenido que llegar a este extremo si hubieran revisado su correo electrónico.