Ante el aumento de casos en la pandemia por el prolongado y en algunos casos exceso del uso de tapabocas, funcionarios de la salud argentina comandaron una investigación en la que se creó y luego aprobó un protocolo que determinará cómo mejorar el tratamiento de la afección de “ojo seco”.
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El protocolo fue estudiado y a su vez aprobado por el Hospital El Cruce y está avalado por la Sociedad Argentina de Superficie Ocular (SASO). Mediante una encuesta voluntaria la investigación tiene como meta principal determinar características sobre la existencia de síntomas de ojo seco y sus factores de riesgo en la población de la Argentina.
Cecilia Marini, doctoro responsable de la iniciativa junto a Belén Liviero, describieron al portal Clarín: “Nos interesa que las personas puedan participar de este estudio, respondiendo a una serie de preguntas. Solo se necesita leer la página informativa. La participación en este estudio es completamente voluntaria y anónima”.
Ojo seco
Dicha afección ocular no distingue edad ni sexo. Puede asociarse con múltiples factores como la utilización prolongada de pantallas, enfermedades generales, así como el uso de ciertos medicamentos, entre otros. La enfermedad del ojo seco produce una inflamación de la superficie ocular, molestias, dolor, sensación de cuerpo extraño, ardor y fluctuación visual. Por eso puede limitar algunas actividades diarias como leer, conducir, usar la computadora o mirar televisión.
“Se trata de una enfermedad que ocurre cuando las lágrimas no cumplen de manera adecuada su función. Puede deberse a que los ojos no producen cantidad suficiente o a que sean de mala calidad, como en aquellos pacientes que sufren blefaritis o disfunción de glándulas de Meibomio”, informó Florencia Valvecchia, médica especialista en oftalmología y subespecialista en superficie ocular e infectología.
Precauciones
El Consejo Argentino de Oftalmología recomienda mantener el ojo hidratado con la utilización de lágrimas artificiales y as personas que sufren con anterioridad de ojo seco lo ideal sería que concurra a su oftalmólogo para complementar a su tratamiento de base algún gel oftálmico nocturno, o lágrimas más específicas según su patología. El porcentaje de ojo seco es mayor en las mujeres, aunque esta diferencia solo es significativa en pacientes con mayor edad. También afecta más en la adolescencia o durante la menopausia.
Entre los tratamientos definidos por el reciente protocolo aprobado se destacan el educar sobre la enfermedad a las personas afectadas, modificar el ambiente y alimentación, lubricar (procedimientos que ayuda a retener o mejorar la calidad de la lágrima), reducir la inflamación (cuidados palpebrales y medicación antinflamatoria) y aprender a manejar posibles complicaciones.