Muchas veces las noches en el proceso de los recién nacidos o bebés puede llegar a ser traumáticos debido diferentes razones: alimentación, desvelo del niño y sobre todo alguna afección de salud, como, por ejemplo, la tos. Estas características pueden llegar a generar agotamiento, frustraciones e imponencia en los niños y padres.
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Cuando se trata de un resfrío común, especialistas y pediatras han informado sobre algunas estrategias comprobadas para ayudar al bebé. Se le llama “resfrío común” cuando los niños presentan períodos de tos intensa y fiebre, pero que en la mayor parte del tiempo estén bien, sonrían, saltan y no dejan de tomar líquidos. Si bien no es grave, puede ser bastante molesto y no hay una medicación de eficacia comprobada que pueda aliviar la tos en los bebés, salvo en caso de que sea necesario reducir la fiebre.
Reconocer la tos
Osvaldo González, kinesiólogo fisiatra encargado del Servicio de internación, neonatología y guardia del Sanatorio de la Trinidad San Isidro, Argentina, comentó en el medio La Nación.
“En estas situaciones el sistema respiratorio se caracteriza por ser ruidoso al tener una sobrecarga de secreciones. Todos los días me la paso educando a alumnos y padres sobre este tema y les digo que los ruidos y la tos no son signos de alarma y no se debe hacer nada, excepto cuando alteran la vida cotidiana del chico: el sueño, la alimentación, el estado de ánimo -entre excitado o deprimido- y la temperatura corporal, cosas que sí motivarían la consulta médica”.
Soluciones
Los papás solo deberán contener al chico en brazos ya que los accesos importantes producen angustia, temor y nauseas. En el caso de bebés de menos de 6 meses que solo se alimentan de leche, puede ser beneficioso aumentar la cantidad que se le da durante ese período. En términos de prevención, la recomendación general de los pediatras es mantener las vacunas al día, lavarle las manos con frecuencias y evitar grandes aglomeraciones.
“El exceso de humedad es perjudicial sobre todo para las familias de alérgicos, porque propicia la proliferación de ácaros y de moho”, concluye Fátima Rodrigues Fernandes, pediatra y alergóloga del Hospital Infantil Sabará, en São Paulo, Brasil.