Desde el año 1995 cada 7 de mayo se celebra en todo el mundo el Día de la Masturbación. La fecha e iniciativa para rendirle honores a la práctica sexual se originó en la ciudad estadounidense de San Francisco, estado de California, luego que en aquel año se celebrara el Día de las Naciones Unidas contra el SIDA.
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Historia de la fecha
La designación de la fecha fue de una manera un tanto peculiar y accidental, gracias a los dichos de la ex secretaria de Salud de los Estados Unidos, Joycelyn Elders, emitidos en el aquel 7 de mayo de 1995 en donde recomendó la práctica de la masturbación como un método de prevención y así evitar que los jóvenes tuvieran sexo por penetración para disminuir las probabilidades de contagios de VIH.
Gracias a dicha intervención, esto fue aprovechado por la empresa de juguetes sexuales, Good Vibrations, para designar y celebrar el año siguiente el primer Día Mundial de la Masturbación.
Por el discurso y antiguos episodios públicos a favor de la legalización del consumo de drogas y educación sexual en escuelas, Joycelyn Elders fue expulsada de la administración del entonces presidente Bill Clinton. Hoy, con 86 años, es profesora emérita de pediatría en la Universidad de Arkansas e insiste en que la masturbación debe incluirse en los programas de educación sexual. “Creo que es algo propio de la sexualidad humana, algo que debería ser enseñado”.
Beneficios de la masturbación
Especialistas y distintos estudios han comprobado que la masturbación es saludable en ambos sexos, ya que ayuda a liberar endorfinas producto de la satisfacción del orgasmo. Junto con la oxitocina y la vasopresina, son componentes químicos asociados con el sueño y también aporta dopamina, que está asociada con un fuerte sentimiento de bienestar.
La autosatisfacción sexual mejora la función del sistema inmunológico y ayuda a generar resistencia ante las infecciones. En los hombres, permite bajar la incidencia de cáncer de próstata y en las mujeres libera la tensión premenstrual si se la practica con frecuencia y permite reducir las molestias menstruales como los cólicos y otros malestares ginecológicos.
“Cada uno se puede masturbar como quiere, acá no hay reglas. Sirve para darnos pistas y enseñarnos que es lo que nos gusta, cómo excitarnos y que es lo que dispara nuestros orgasmos. Siempre es bueno explorarse, aceptarse, darse el tiempo, buscar fantasías, buscar recuerdos de alguna pareja, encontrar qué cosas nos despiertan el deseo. Hay que sacar los conceptos de lo que está bien y lo que está mal para que todo fluya”, sugiere para el medio Bienestar, Viviana Wapñarsky, sexóloga y psicóloga del Hospital de Clínicas, en Buenos Aires, Argentina.