Lo primero ante todo es entender que es de gran importancia realizarse exámenes periódicos para prevenir a tiempo la presencia negativa del cáncer de mama, ya que lamentablemente no bastan los autoexámenes recomendados para detectar irregularidades en las mama.
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Luciana D`Angelo, cirujana general, especialista en mastología de Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC) expresó que “el autoexamen permite detectar cambios tales como bultos, retracciones, asimetrías, cambios en la piel y el pezón, enrojecimiento, aumento de tamaño de ganglios axilares y secreción por pezón entre otros”.
El autoexamen es una herramienta útil especialmente si se la complementa con la mamografía para detección de carcinomas mamarios. Las mujeres al conocer sus mamas permiten detectar cualquier mínima alteración y realizar la consulta precozmente.
Pasos de la mamografía
El tiempo general de la duración del estudio es de aproximadamente 20 minutos, acompañado con preguntas básicas médicas e historias clínicas. Antes de su ejecución se informa que las personas no deben aplicarse químicos de higiene personal en las mamas y axilas como pueden ser desodorantes y talco, la idea es que la zona a estudiar esté lo más limpia posible.
El procedimiento, que implica la compresión de las mamas, consiste en la realización de cuatro placas o, en el caso de quienes tengan prótesis, seis. “El tema del dolor es muy subjetivo. Es altamente tolerable y la compresión dura segundos, no es que está comprimida un minuto completo. Para nosotras a mayor compresión, mejor es la precisión del estudio y menos dosis de radiación va a recibir la persona”, detalló Ana Laura González, técnica en diagnóstico por imagen de LALCEC.
Otros chequeos que permiten obtener un diagnóstico temprano son la ecografía mamaría, el examen físico y, en algunos casos, la resonancia de mama, no obstante, es primordial realizar una consulta personalizada previa a los estudios con un profesional en la materia.