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Melania cuestiona a Biden, añora la Casa Blanca y revela por qué nunca posó para Vogue como Primera Dama

La esposa de Donald Trump tenía cuentas pendientes con la famosa revista que concede su portada a las mujeres de los presidentes de Estados Unidos y reconoce que “fue un privilegio estar en la Casa Blanca”.

Los analistas políticos estadounidenses aseguran que el siempre todopoderoso Donald Trump fantasea íntimamente con la idea de postularse en las elecciones presidenciales de 2024, mientras el Partido Republicano prefiere buscar sin estruendo un liderazgo menos confrontacional. Como sea, la exPrimera Dama, Melania Knavs, volvió a los medios tras un largo silencio, convencida de que “logramos mucho en los cuatro años de la administración Trump” y se declara orgullosa de su labor, según confesó en una entrevista laudatoria con Fox News.

“Ser primera dama de los Estados Unidos fue mi mayor honor”, enfatizó la exmodelo eslovena de 52 años, quien hoy prefiere la placidez de Palm Beach, donde “la vida es maravillosa y me mantengo ocupada”. Según una investigación de Celebrity Networth, Melania Trump cuenta con una fortuna de 50 millones de dólares que acumuló durante su carrera en las pasarelas y la alta moda en fotografías para revistas como Vogue, Harper’s Bazaar o Vanity Fair.

Sin embargo, ya abandonó esa labor de maniquí y dedica su tiempo a una actividad tan novedosa como compleja: el negocio de los NFT -token no fungible en inglés-, que se refiere a un activo digital que no podrá consumirse ni sustituirse, definido por los expertos como una manera de “transformar trabajos digitales de arte y otros coleccionables en algo exclusivo y fácil de intercambiar en una blockchain” (intercambio de criptodivisas). Las ganancias son destinadas obras de beneficencia.

En la casa del pueblo

La mujer de Trump fue sutil y crítica en algunas respuestas. “Disfruté la Casa Blanca, mi hogar durante un tiempo. Entendía que es la casa del pueblo y fue un privilegio vivir allí”, dijo y sobre un eventual regreso al gobierno dejó abierta la incógnita: “Nunca digas nunca”, afirmó.

Obviamente, también puso en la mira la gestión de Joe Biden, porque “es triste ver lo que está pasando en Estados Unidos si realmente lo analizas profundamente”, y no se dejó enredar en la polémica por su negativa a ser la clásica portada de Vogue. Esa tapa la ocuparon antes Michelle Obama, Hillary Clinton, Kamala Harris y Jill Biden, pero ella siempre se negó. “Tenía cosas más importantes que hacer en la Casa Blanca que estar en la portada de Vogue”, explicó antes de acusar de tendenciosa la línea editorial de la revista: “Tienen gustos y disgustos, y es muy obvio”, declaró Melania, felizmente alejada del protocolo y ese poder que nunca pudo cautivar sus intereses más genuinos…

“Disfruté la Casa Blanca, mi hogar durante un tiempo. Entendía que es la casa del pueblo y fue un privilegio... Es realmente triste lo que hoy está pasando en Estados Unidos”. Melania Trump

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