El paracetamol es uno de los medicamentos más utilizados en el mundo, formando parte de ese botiquín de primeros auxilios y medicamentos imprescindibles que muchas personas tienen en casa. Usado por vía oral, en forma de tableta o gotas, el fármaco tiene propiedades analgésicas y antipiréticas, principalmente responsables de controlar los dolores de cabeza y reducir la fiebre.
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Si bien es una droga muy popular, como cualquier otra fórmula, su uso debe ser controlado. La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) advierte sobre el uso indiscriminado que puede conducir a eventos adversos graves, como la hepatitis medicamentosa y la muerte. Además, el paracetamol tiene contraindicaciones y algunos pacientes no deben tomarlo.
¿Quién no debería tomarlo?
De acuerdo con la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aquellas personas que no deben consumir el fármaco son:
Pacientes con hipersensibilidad
Los pacientes con daño hepático que estén recibiendo fármacos que padezcan enfermedad renal deben tomar este fármaco con precaución ya que se metaboliza en el hígado.
Mujeres embarazadas (no debe administrarse por períodos prolongados)
Beber tres o más bebidas alcohólicas por períodos prolongados puede aumentar el riesgo de daño hepático o sangrado en el tracto digestivo asociado con el uso de acetaminofén, por lo que se deben considerar estas condiciones al recetar el medicamento.
Adultos y niños mayores de 12 años: La dosis máxima es de 4 gramos al día.
Niños entre 2 y 11 años: No se deben usar más de 50-75 mg/kg en un día (24 horas).
Para niños menores de 11 kg o 2 años o menores de 20 kg: consulte a un médico antes de usar.
