Las arvejas, las lentejas, los garbanzos y los porotos (caraotas), son sin duda las legumbres más conocidas en todo el mundo. Éstas tratan sobre una numerosa variedad de semillas chicas y multicolores que contienen un gran valor nutritivo que ayuda significativamente al sistema digestivo del cuerpo humano.
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Diversos y amplios son los beneficios por su consumo, sobre todo, desde el punto de vista nutricional ya que son consideradas por miles de especialistas sanas, ricas y equilibradas. Por ello, muchos nutricionistas la incluyen en la dieta diaria debido a los numerosos beneficios como, por ejemplo, controlar el azúcar en sangre, los niveles de insulina, la diabetes, insulinorresistencia y obesidad-sobrepeso.
Consejos de especialista
Para mencionar varios de los datos positivos por la ingesta de legumbres, citamos parte de la entrevista por parte del nutricionista Jorgelina Azzaro, para el medio argentino, Bienestar.
El médico define a las legumbres como muy completas y recomendables, ya que aportan diversos tipos de proteínas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas, minerales y son altas en fibra, libres de colesterol y bajas en índice glucémico.
“Se destacan por su aporte de proteínas vegetales, muy importantes en dietas basadas en plantas donde la mayoría de las proteínas deben provenir de la ingesta de legumbres. Son bajas en sodio y ricas en hierro, lo que previene la anemia. A su vez, son una excelente fuente de folatos (vitamina B9), esencial para el sistema nervioso y especialmente importante para prevenir anomalías en el feto durante el embarazo”, indicó con precisión Azzaro.
El nutricionista fue tajante en asegurar que las legumbres no contienen gluten, por lo tanto, son un alimento apto para personas celíacas y con sensibilidad al gluten/trigo no celíaco. Sin embargo, dijo que siempre hay que fijarse que estén en un envase cerrado y con el logo libre de gluten, y evitar, en cambio, aquellas que se venden sueltas a granel porque pueden estar contaminadas con gluten.