A nivel de América Latina y Caribe, existen más de 850 empresas certificadas como “empresa B”, todas unidas con el fin de transformar la economía global para beneficiar a todas las personas, comunidades y el planeta.
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Es que el concepto de “Empresa B”, opera bajo altos estándares sociales, ambientales y de transparencia y por sus estatutos toma decisiones corporativas legalmente vinculantes considerando no sólo los intereses financieros de sus accionistas. Sino también otros intereses y de largo plazo tales como la de los empleados, los proveedores y clientes, la comunidad a la que pertenecen y el medio ambiente. En el fondo, utiliza el poder del mercado para dar soluciones concretas a problemas sociales y ambientales.
Un caso de éxito
De hecho, a nivel global la Agencia de Publicidad chilena Strong, ha sido la primera y única en habla hispana en lograr la certificación B, lo que les ha permitido ganar dos veces consecutivas el reconocimiento “Best of The World”, que reúne a las empresas B mejor evaluadas del mundo por sus prácticas comerciales sostenibles en las 5 áreas de impacto.
“Desde hace más de 20 años desarrollamos estrategias de comunicación para clientes de distintas industrias que produzcan lo que nosotros llamamos el triple impacto: vender, construir marca y ser un aporte a la sociedad”, asegura Jorge Armstrong, socio fundador de Strong Chile.
Por otro lado, Cristián Pedevila, socio y gerente general de Strong, explica que “al ser parte de un movimiento global de empresas comprometidas genuinamente con la sostenibilidad, hemos podido hacernos parte de nuevas propuestas como por ejemplo, ser socios de Invictus, la primera corredora de propiedades que entrega un % de su comisión de venta a Techo. Este tipo de propuestas generan buenos negocios que además son negocios con sentido.”
¿Cómo se certifican?
Actualmente, las empresas B son certificadas por la organización sin fines de lucro B Lab para cumplir con estrictos estándares verificados de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad.
En un estudio de Accenture del año 2021, el 67% de los consumidores encuestados espera que las empresas inviertan en soluciones a largo plazo, sostenibles y justas después de la pandemia.
