¿Hacen llorar cuando se cortan? ¡Sí! ¿Su sabor puede generar sensaciones de picazón bucal cuando se muerte? También es cierto, pero lo que nadie puede negar es que la cebolla es fundamental y una de las favoritas por millones de personas alrededor del mundo y uno de los mimado en el universo de las gastronomías.
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Además de aprender las diversas técnicas y trucos para que no se generen lágrimas, es importante saber los beneficios de este rico alimento que puede ser utilizado en cualquier plato, tanto en comidas frías como calientes.
Historia de la cebolla
Datos históricos confirman que la existencia de la cebolla data aproximadamente desde hace 3.200 años atrás. Por ejemplo, para confirmar el hallazgo, según la Federación Española de la Nutrición (FEN), una inscripción fue hallada en las pirámides de Egipto que indica que dicho vegetal era adorado como divinidad y que, junto al ajo, ocupaba un lugar destacado en la dieta de los esclavos que erigieron esas construcciones.
Naiara Carretero, presidenta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Castilla y León (Codinucyl), agrega que “siglos después, Hipócrates la prescribía como diurético por su riqueza en potasio y escaso sodio, y también para curar heridas y tratar enfermedades respiratorias por las propiedades antisépticas y mucolíticas de los componentes azufrados, junto con la acción antiinflamatoria de la quercetina. Hoy en día sabemos que ni la cebolla ni otros alimentos son medicinas, es decir, su acción no es tan directa”.
Beneficios
Datos de la FEN, aseguran que el principal componente de la cebolla es el agua, con un 90% de su composición, mientras que en el 10% restante se encuentran los siguientes nutrientes:
Aceites esenciales: responsables de la mayoría de las propiedades de la cebolla, aunque también son culpables del lagrimeo que sufrimos cuando la pelamos.
Vitaminas del grupo B: necesarias para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y del inmunitario.
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Vitaminas E y C: con acción antioxidante, juegan un importante papel en la prevención del envejecimiento celular y las enfermedades degenerativas.
Múltiples minerales y oligoelementos: la cebolla es rica en potasio, magnesio, fósforo, calcio, sodio y azufre, entre otros.
Fibra: la cebolla cuenta con fibra que ayudaría a mejorar nuestro sistema digestivo, favoreciendo la ingesta de nutrientes y la eliminación de desechos.