Cada día tiene su particularidad distinta y puede ser verdaderamente variable, sin embargo, es importante entender que no siempre será color de rosa y los días oscuros y grises en lo emocional están a la vuelta de la esquina y en un abrir y cerrar de ojos.
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Por ello, es de suma importancia estar totalmente preparado psicológicamente no solo para los días lindos, porque a pesar de los pesares siempre hay que afrontar las jornadas con el mejor estado de ánimo posible.
Ante esto, Edith Sánchez, licenciada en Periodismo y Ciencias Sociales e investigadora del Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia, asegura que “a buena noticia es que existe una estrategia eficaz no solo para que vibre nuestra vitalidad, sino también para centrarnos emocionalmente. Se trata de siete acciones sencillas y al alcance de cualquier persona, cuya única condición es que hay que llevarla a cabo en una semana”.
Seis alternativas para mejorar el ánimo en días difíciles
1. No criticarse: autoevaluarse está muy bien porque permite crecer, pero otra cosa es criticarse y, en especial, si lo hacemos con frecuencia.
2. Perdonarse: dejar de lado la idea de que la autoexigencia implacable es una vía de crecimiento o, al menos, tratar de verlo de otra manera por una semana
3. Identificar lo mejor de cada situación: muchas veces el estado de ánimo decae porque solo se consigue ver el lado problemático o antipático de cada situación. Si bien es cierto que la realidad puede tener algunas complejidades que cuesta asimilar, todo tiene algo positivo.
4. Desafiarse: nada mejor para salir de esos estados de pasividad y hastío que proponernos un desafío. Mejor si son más, pero con uno basta para que vibre nuestra vitalidad y nos sintamos mucho mejor
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5. Agradecer: la vida es mucho más sencilla cuando sabemos agradecer. ¿Qué tiene de especial este gesto? Dice mucho de quien lo esgrime y habla de alguien que superó las vanidades personales y el egocentrismo.
6. Dar: podría resultar muy interesante vernos dando todo lo que podamos a los demás por una semana. Solo tenemos que ubicarnos en la posición de detectar lo que los demás requieren o necesitan y, si es posible, contribuir a que lo consigan