Quienes nos leen y no son del Caribe, entenderán que muchas veces les pasa que van a una playa cristalina y espectacular o a un día super caluroso quieren contrarrestar las altas temperaturas yendo a una piscina, sin embargo, sus aguas son muy frías y automáticamente sus sensaciones térmicas generan rechazo y miedo.
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Si es tu caso, te contamos que hay una gran razón psicológica para que aproveches el agua fría, gracias a una nueva investigación que asegura que la inmersión a bajas temperaturas puede mejorar el estado de ánimo y hacerte feliz porque tiene un impacto positivo sobre el cerebro.
Un chapuzón frío que mejora tu ánimo
Darte un chapuzón en aguas frías generará cambios en las zonas de tu cerebro que procesan las emociones, por ese motivo no debemos huir de las aguas a baja temperatura.
La Universidad de Portsmouth, entre otras organizaciones como también la Universidad de Bournemouth y los Hospitales Universitarios de Dorset (UHD), en el Reino Unido llegaron a la conclusión tras un estudio que después de que una persona se sumerge en agua fría o se da una ducha fría suelen salir más animadas y alertas.
Los especialistas realizaron un ensayo en el que participaron 33 voluntarios sanos que se sometieron a una resonancia magnética funcional (fMRI) inmediatamente después de bañarse en agua fría y las imágenes mostraron cambios en la conectividad entre las “partes del cerebro que controlan nuestras emociones y nos ayudan a estar atentos y tomar decisiones”.
“La natación al aire libre y la inmersión en agua fría están ganando cada vez más adeptos y su popularidad aumentó porque muchos practican estas actividades para mejorar el estado de ánimo, por lo que hace mucho tiempo que deberíamos estudiar cómo nos puede afectar”, indicó al medio Health, Heather Massey, doctora de la Escuela de Ciencias del Deporte, la Salud y el Ejercicio de la Universidad de Portsmouth.