La tragedia casi declarada del sumergible Titán, que llevaba unos cuatro turistas a observar los restos del Titanic, implosionando y llevándose consigo la vida de las cinco personas abordos aún tiene conmocionado al mundo. Muchas personas, incluyendo el director James Cameron, que ha realizado 33 viajes al Titanic, han salido, sin embargo, a criticar a la empresa por ignorar las advertencias de seguridad y ahora el cofundador de OceanGate ha respondido.
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El emprendedor Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate rechazó algunas críticas sobre la seguridad de la compañía al considerar que esas personas no disponen de “toda la información” para poder opinar.
En entrevista con la emisora británica BBC Radio 4, Söhnlein, estadounidense de origen argentino, que dejó la empresa hace diez años aunque aún posee una participación minoritaria en ella, expresó que aquellos que comentan sobre asuntos relativos a las condiciones de seguridad del sumergible siniestrado Titán no están “totalmente informados”.
“Las personas no hacen más que equiparar certificación de seguridad e ignoran los 14 años de desarrollo del sumergible Titán”, lamentó.
Según él, “cualquier experto que sopese esto, incluyendo a Cameron, también admitirá que no estaban cuando se diseñó el sumergible, durante el proceso de ingeniería del sumergible, durante la construcción del sumergible y, con seguridad, tampoco cuando se llevó a cabo el riguroso programa de pruebas al que se sometió el sumergible”.
Söhnlein consideró que lo ocurrido había supuesto “una trágica pérdida para la comunidad de exploración oceánica” si bien apuntó que cualquiera que trabaje en el océano “conoce el riesgo de operar bajo tal presión y sabe que en un momento determinado corre el riesgo de sufrir una implosión de este tipo”.
Con ya la muerte de los tripulantes del sumergible siendo casi una certeza, la incógnita ahora gira en torno a si se dio realmente una implosión y si existió alguna forma de evitar que esto ocurriera. Muchas conspiraciones señalan que habría existido negligencia por parte de OceanGate y su inversión en la tecnología necesaria para una expedición de este tipo.