Las relaciones matrimoniales son complejas. Se trata de caracteres distintos, contextos distintos que se unen, y que con el paso del tiempo, van moldeándose el uno al otro. Hay una etapa cuando ambos ya han aprendido a moldearse como pareja, pero esto no hace que todo sea perfecto.
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En una relación conyugal siempre hay instantes de tensión debido a la convivencia diaria y por eso es vital que cada uno aprenda a ceder en momentos determinados. Conversar sobre las cosas que gustan y que no gustan, pero sobre todo ser empático para comprender al otro, son aspectos fundamentales.
Las parejas tienen sus etapas conforme van envejeciendo. Al igual que cualquier otra fase de la vida, la tercera edad tiene sus implicaciones y una de ellas, es el área sexual. De allí, el caso que presentamos en las siguientes líneas. Se trata de un hombre que pide ayuda porque a sus 61 años, él ya no tiene el deseo y la fuerza sexual para responderle a su esposa, de 59 años. Al contrario de él, el deseo aumentó en ella con la edad.
La historia del sexagenario la presentó el portal New York Post como parte de su sección ‘Dear Abby’, a cuyo espacio él envió una carta pidiendo consejo. El sujeto no se identificó por su verdadero nombre, sino como ‘Disminished’.
“Mi esposa y yo hemos estado felizmente casados durante 33 años. Siempre hemos disfrutado de una buena vida sexual, que continúa hasta el día de hoy. El problema es que nuestras libidos van en direcciones diferentes, y probablemente no en la dirección que la mayoría asumiría”, comenzó el hombre en su misiva.
Libidos en direcciones distintas
Indicó que antes, él y su esposa tenían relaciones cada dos días, pero que ahora, ella quiere todos los días. El problema está en que su fuerza y deseo “están empezando a disminuir a medida que envejezco”. Ella tiene más ganas, lo que evidencia que sus libidos van en direcciones distintas.
“¡Simplemente ya no lo tengo dentro de mí! Yo tengo 61 años y ella 59. ¿Alguna sugerencia?”, concluye ‘Disminished’.
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Abby les recomendó acudir ante un terapeuta sexual y destacó que las parejas pueden darse placer de muchas formas, no necesariamente con sexo o coito. Un experto sexual podrá explicarles cuáles son las diferentes maneras de disfrutar.
Un punto a favor del sexagenario, es que reconoce que hay un problema con su pareja. Este es el primer paso para buscar ayuda.
Muchas personas no hablan de sus situaciones sexuales por vergüenza y esto sólo empeora la situación, por lo que lo ideal es seguir el ejemplo de este hombre y buscar asesoría. En una relación, cuando se quiere, se puede avanzar aplicando consejos en aras de seguir en pareja.
