Vivimos en una sociedad tan altamente competitiva que en ocasiones resulta imposible no sentir que no somos suficientes. Constantemente comparamos nuestra vida y nuestros logros con la de nuestros vecinos, amigos, colegas e incluso celebridades que vemos a la distancia.
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Especialmente las redes sociales se han convertido en un arma de doble filo en las que por un lado hacemos alarde de nuestros mejores momentos y por otro, pasamos horas viendo lo que hace el otro, anhelando sin saber qué hay detrás.
Las comparaciones son peligrosas porque siempre encontraremos a alguien más exitoso, hábil o atractivo y cuando te metes en la cabeza la idea de “no soy suficiente”, obstaculizas tu crecimiento y desarrollo. Siempre hay alguien mejor que tú y eso está bien, tienes que recordar eso. ¿Cómo evitar sentirte mal por ello? Implementando un hábito de los japoneses: el oubaitori.
“Oubaitori”, el arte de dejar de compararte con otros
Si no hablas japonés es obvio que la palabra “oubaitori” no significa nada sin embargo, cuando entiendes lo que hay detrás de ella, adquieres un conocimiento poderoso.
Oubaitori se escribe “桜梅桃李” en japonés y es importante saberlo porque cada kanji representa individualmente una flor diferente: cereza, albaricoque, melocotón y ciruela.
Estos árboles florecen en primavera, estación que es un maravilloso espectáculo de colores en Japón, bañando el paisaje en tonos de rosa, malva, rubor y blanco. A menudo, estos árboles crecen muy juntos, pero cada uno florece en un orden, forma y momento específicos. Esto es lo que hace que cada embellezca el paisaje a su manera. El oubaitori celebra la singularidad de cada uno por tanto, ni esas flores ni frutos diferentes entre sí son comparables.
Se trata de un recordatorio permanente de que todos estamos realizando un viaje único en la vida, no tiene sentido compararnos con los demás. Debemos entender que siempre será mucho mejor centrarnos en nuestro crecimiento y valorar lo que nos hace especiales.
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Así como las flores crecen de manera diferente, las personas también se desarrollan de manera diferente. Cada quien con sus propias habilidades, pasiones y objetivos diferentes. Debemos aprender a celebrar lo que nos hace únicos para entonces saber celebrar nuestros logros y lo que nos hace tan especiales.
Aceptar ese viaje único que estás haciendo significa establecer tus propios estándares de éxito, felicidad y plenitud, en lugar de ajustarte a expectativas externas que muy probablemente ni siquiera resuenan contigo.
La sociedad a menudo define el éxito en términos de puestos de trabajo, salarios y posesiones materiales sin embargo, siguiendo la filosofía japonesa, el verdadero éxito es subjetivo y profundamente personal.
La vida no tendría que ser una competencia ni una carrera. Se trata de ti y sólo de ti, de mejorarte a ti misma, de cultivar tus fortalezas y evolucionar para ti.