En el variante mundo laboral, Ocean, una joven de Australia, compartió su historia a través de la red social TikTok sobre lo que le sucedió al tener un gesto de buena fe compartiendo su computadora portátil con su jefa.
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La trabajadora, al percatarse de que la computadora de su jefa está fuera de servicio, decidió prestarle temporalmente la suya. Pero, sin verlo venir, este acto aparentemente desinteresado dio un giro inesperado.
El caso lo publicó el portal La Vanguardia que relata que la historia tomó un matiz sorprendente cuando se entera por medio de un compañero de trabajo, que la jefa, movida por la curiosidad o quizás por otras intenciones, decidió husmear en sus mensajes privados, pero la trama no termina ahí, la jefa también hizo capturas de pantalla de estas conversaciones confidenciales y las compartió con otros colegas en la empresa.
Acciones
Este acto imprudente, sin duda, expone detalles personales y laborales de Ocean sin su consentimiento. Ante este descubrimiento, la chica decidió tomar medidas y comunicar lo sucedido a una autoridad superior.
El jefe mayor le ayudó a redactar un correo electrónico formal, dirigido a la jefa y a otros superiores. En este correo, expresa su desencanto y resalta la magnitud de la invasión a su privacidad, así como la traición a la confianza que había depositado en ella.
La jefa le respondió media hora después. Le ofreció disculpas y sorprendentemente, a pesar de la gravedad de la situación, Ocean la perdonó, aseverando que no guardará rencores.
A pesar de su justificado enojo, esta mujer mostró su nobleza al manifestar su disposición de perdonar, reconociendo sabiamente que, aunque la situación la haya decepcionado profundamente, el pasado es pasado.
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“El pasado, pisado, aunque estoy muy decepcionada por lo que pasó”, dijo Ocean.
Esta historia, compartida en las redes sociales, ha generado un debate animado. Mientras algunos apoyaron la decisión de la trabajadora de perdonar, otros abogaron por consecuencias más severas.
Expertos concuerdan en que lo mejor es no guardar rencores, lo que resalta como acertada la decisión de Ocean de perdonar. Por supuesto, este perdón no significa que debe volver a confiar en su jefa, ya que es obvio que no es alguien en quien se pueda confiar.
La historia sirve de ejemplo de que no hay que confiarse de todas las personas y que siempre hay que tener malicia de cuando algo o alguien puede afectar negativamente, ya que de esta manera, se podrán tomar cuidados y medidas.