La magia del árbol de Navidad puede convertirse en una odisea para los dueños de gatos curiosos. Expertos ofrecen estrategias esenciales para asegurar que este símbolo festivo permanezca en pie y sin riesgos en presencia de sus gatos.
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Con la temporada navideña, la decoración del hogar cobra protagonismo, pero para los dueños de gatos, la preocupación se centra en cómo mantener a salvo el árbol de Navidad. La elección del lugar donde va instalar el árbol de Navidad es clave.
Colocar el árbol en una habitación donde el gato no tenga acceso, o que pueda cerrarse, es la primera medida preventiva. Además, puede buscar una ubicación alejada de otros muebles para evitar que el felino utilice superficies cercanas como trampolín.
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La seguridad del árbol también depende de una fijación adecuada. Utilice cables para anclarlo a la pared, techo y suelo, y considere una base pesada para estabilizarlo y evitar derribos inesperados.
Antes de adornar el árbol, es fundamental hacerlo menos atractivo para los felinos. Rocíe las ramas con un producto amargo para gatos. Si opta por un árbol artificial, elija uno que no brille intensamente, ya que los gatos suelen ser atraídos por las luces.
Las luces y decoraciones requieren atención especial. Aplique producto para repeler gatos en los cables de las luces, colóquelas cerca del tronco y evite luces intermitentes. Opte por decoraciones resistentes y no frágiles, como las de madera.
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Organice sesiones de juego interactivo y proporcione juguetes adicionales para sus gatos, así logrará tenerlos entretenidos o cansados. Un árbol rascador puede ser la distracción perfecta para que el gato evite trepar al árbol de Navidad.
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La vigilancia constante es la clave del éxito. Aunque los gatos jóvenes son más propensos a explorar el árbol, algunos mantienen el interés con el tiempo. Asegúrese de que su gato tenga opciones de entretenimiento suficientes para evitar que el árbol se convierta en su única distracción festiva.
