“Errare humanum est, sed perseverare diabolicum”; que traducida significa: “errar es humano, pero perseverar (en el error) es diabólico”. La histórica frase lo simplifica todo: No importa si se erra, lo que en verdad es primordial es saber aceptarlo, aprender de él y superarlo para que en la medida de lo posible se pueda evitar en el futuro.
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Los errores en la vida diaria y en especial en el trabajo son más que normal, sin embargo, es también cierto que pueden llegar a ser particularmente incómodo. De hecho, además de tener que arreglarlo para que no suponga un problema para la empresa, también hay que armarse de valor para disculparse con el jefe y los compañeros.
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Tips para superar los errores en el trabajo
Meg Arroll, psicóloga, científica y autora del enfoque AAA, explica que “para mejorar nuestra salud mental, muchos de nosotros vamos directamente a la acción y utilizamos una variedad de técnicas incluso antes de que se establezcan las bases psicológicas esenciales. Por eso, es bueno estructurar un método que funcione en todo tipo de situaciones, con un proceso sencillo y práctico”.
El método de la tripe A consiste en:
- Admitir. Es simplemente una cuestión de aprender a reconocer los errores. Por ego o vergüenza, a veces puede ser difícil admitir las propias faltas y más aún frente a un superior. Si se sabe exactamente dónde estuvo el error (no terminar una tarea importante a tiempo, enviar un correo demasiado tarde, faltar a una reunión...), hay que decirlo.
- Aceptar. Se debe ser consciente de la consecuencia del error. ¿Se puso en peligro el buen funcionamiento de la empresa? ¿Alguno de los colegas llegó tarde por tu culpa? ¿Has herido emocionalmente a alguien? Hay que pensar en lo que salió del propio error. Esto permitirá dar un paso atrás en la situación y mostrar empatía genuina al pedir perdón.
- Accionar. “Ahora es el momento de hablar de lo que vamos a hacer para arreglar las cosas. No se trata solo de pedir disculpas, se trata de demostrar que realmente quieres mejorar la situación”, remarca el especialista. “Si haces las cosas bien, no hay razón por la que la situación no pueda mejorar”, explica Arroll.