La inteligencia artificial (IA) está revolucionando muchos aspectos de nuestra vida, y la creación de contenido es uno de ellos. Las herramientas de IA, como los generadores de texto, imágenes y música, permiten crear contenido de manera rápida y eficiente, lo que ha generado un debate bastante complejo sobre los derechos de autor de este tipo de contenido.
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Dicho de otro modo: Si una obra es creada por una máquina, ¿debería considerarse que pertenece al dominio público o debería estar protegida por los derechos de autor del desarrollador de la IA o del usuario que la utiliza? Pues, recientemente, se ha sentado un precedente respecto de este debate.
Un fallo histórico en un tribunal de Pekín ha reconocido los derechos de autor de una artista de voz sobre su voz sintética, generada a través de inteligencia artificial (IA). Este caso marca un hito legal en China y sienta un precedente importante para la protección de la voz en la era digital.
La voz de la artista sin su consentimiento
La demandante, Yin, una artista de voz reconocida, descubrió que su voz estaba siendo utilizada en audiolibros en línea sin su consentimiento ni contrato previo. Tras investigar, Yin encontró que una aplicación de IA permitía a terceros imitar su voz y vender los derechos de las grabaciones resultantes a diversas plataformas.
Yin decidió emprender acciones legales contra la empresa desarrolladora de la aplicación de IA, así como contra las plataformas que distribuían los audiolibros. El tribunal falló a favor de Yin, ordenando a los demandados compensarla con 250.000 yuanes por daños económicos y a publicar una disculpa pública en un plazo de siete días.
El veredicto establece un precedente fundamental para la protección de la voz en el contexto de la IA. El tribunal reconoció que la voz de una persona, incluso cuando se procesa mediante IA, conserva características únicas que la asocian con esa persona y, por lo tanto, sigue estando protegida por derechos de autor.
Responsabilidad de las empresas de IA
El caso también destaca la responsabilidad de las empresas de IA de obtener la autorización legal antes de utilizar la voz de las personas. El vicepresidente del Tribunal de Internet de Pekín, Zhao Ruigang, advirtió que las empresas de IA deben actuar con ética y respetar los derechos de las personas.
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Este fallo coincide con la reciente aprobación en China de una regulación provisional sobre servicios de IA generativa. La regulación establece pautas estrictas para estas tecnologías, incluyendo la prohibición de generar contenidos que atenten contra la seguridad nacional o los derechos de otras personas.
El caso de Yin y el fallo del tribunal chino representan un paso importante hacia la protección de la voz en la era digital. Este precedente legal servirá de guía para futuras disputas relacionadas con la IA y los derechos de voz, y contribuirá a garantizar que las personas tengan control sobre su propia voz, incluso en el mundo virtual.