En medio de lo acelerada y estresante que puede ser la vida a veces, no podemos perder de vista bajar las revoluciones en el apartado amoroso con el slow dating, una tendencia que recomiendan los expertos para cambiar nuestra manera de vincularnos.
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Esta nos recuerda que enamorarse y conocerse, más que una carrera de velocidad es una de resistencia, donde paso a paso se le permite al corazón desarollar sentimientos sólidos y no nos enganchamos a fantasías, expectativas o versiones irreales de una persona.
¿Qué es el slow dating?
De acuerdo con la información que aporta Marie Claire, podríamos decir que el slow dating “promueve citas más pausadas y significativas, donde los intereses en común y la personalidad son más importantes que lo físico”, dejando de lado a dinámicas que se crearon gracias aplicaciones como Tinder, con la que todo se hizo más banal.
“Este coqueteo prolongado, que genera un interés creciente en conocer a la otra persona, ha reemplazado al tradicional fast dating, común en fiestas y discotecas para encuentros rápidos y sin compromiso. Hoy en día, solo un 22% de los jóvenes sigue esta práctica”, asegura la misma fuente.
El slow dating se lleva a cabo de una manera más tradicional donde la conversación, verse pero sin acelerar el contacto físico o el sexo, tiene mucho peso. Se trata de revivir un poco el romance, priorizando analizar las compatibilidades, acercarse al círculo social de la otra persona o darse gestos de cariños, como un detalle que le agrade a la persona, más que ir de inmediato a la cama.
Sin prisa para comprometernos o para tomar decisiones importantes que impliquen un área considerable de la vida de los dos, pero sabiendo que ambos buscan lo mismo después de conversar y darse cuenta que están en la misma página. No tienes que presionarte o acelerarte, dense en un tiempo para sentir sin miedo.