En las redes sociales se viralizó el momento de cuando la reina Camila desairó a Brigitte Macron, primera dama de Francia, al no querer darle la mano durante el acto conmemorativo en el Memorial Británico de Normandía en Ver-sur-Mer. La situación fue tensa y vergonzosa, debido a que hay un protocolo de saludo para la realeza británica.
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Ambas mujeres estaban vestidas de blancos y avanzaron para colocar una ofrenda floral en honor a los caídos. Seguidamente, la esposa de Emmanuel Macron estiró su brazo para sostener de la mano a la reina Camila, pero ella mantuvo estática su mano en rechazo al gesto de la primera dama. Brigitte Macron disimuló y alejó su mano, mientras ambas se mantuvieron de pie en homenaje.
La actitud de la primera dama de Francia no fue con mala intención, más bien se trató de un gesto de empatía. Sin embargo, el caso pone de manifiesto que no hay que tratar a la realeza con tanto acercamiento, ya que hay ciertos protocolos.
La ruptura del protocolo al saludar a la Reina, no solo le ha pasado a Brigitte Macron; a Michelle Obama le pasó lo mismo con la reina Isabel II, mientras que a LeBron James y a Tom Cruise les ocurrió con la Princesa de Gales.
Saludo a la realeza británica
La Casa Real no tiene unas normas de conducta al momento de saludar al Rey a la Reina, o a demás miembros de la realeza británica. Sin embargo, es costumbre no darles la mano, ni tener contacto físico si ellos no toman la iniciativa. Los hombres deben saludar inclinando el cuello, mientras que las mujeres deben inclinarse doblando un poco sus rodillas como señal de reverencia y diciendo “Su Majestad”.
Según El Mundo, en el documental ‘Queen of the World’ de HBO, la princesa Ana, hermana del rey Carlos III, explicó que ella no estrecha la mano de la gente porque es imposible saludar a todo el mundo.
“Nunca estrecho la mano de nadie. En teoría, se supone que no puedes estrechar la de todo el mundo, así que no merece la pena empezar a hacerlo, así que yo intento atenerme a esa norma, pero me he dado cuenta de que otros no lo hacen. No me corresponde a mí decidir si es lo correcto, pero me parece que resulta a todas luces imposible saludar a todo el mundo y al final parece que se trata más de una ceremonia de besamanos que de un paseo para saludar... No sé si me explico”, expresó la princesa Ana.