Estilo de Vida

Científicos españoles descubren un “interruptor” que está detrás de las ganas de ejercitarse

Este hallazgo podría desembocar en nuevos estudios para identificar ejercicios más efectivos, y la posibilidad de crear nuevos fármacos que incentiven las ganas de realizar deporte.

El ejercicio es esencial
El ejercicio es esencial (Unsplash)

Un impresionante descubrimiento realizaron investigadores españoles, quienes dieron con un “interruptor” en el organismo que aumenta o frena las ganas de hacer ejercicio.

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Este hallazgo podría desembocar en nuevos estudios para ejercicios más efectivos y personalizados, como también la posibilidad de crear nuevos fármacos para incentivar las ganas de realizar deporte, especialmente apuntadas a las personas que se beneficiarían más de esto.

Este denominado “interruptor” son dos proteínas que activan el sector del cerebro que controla el movimiento, y se estimulan para mantener la actividad física, según lo informado por la DW.

El estudio científico

El estudio fue publicado por la revista Sciences Advances, y fue realizado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), liderado por Guadalupe Sabio. Los resultados se basaron en los datos que lograron recopilar de animales y humanos voluntarios, un grupo que hacía ejercicio y pacientes con obesidad.

Su equipo comprobó que el propio músculo regula el interés por el ejercicio, el cual lo hace a través de una señalización entre el músculo y el cerebro, el cual es determinante a la hora de querer seguir ejercitándose.

La científica señaló que esto era desconocido hasta el momento, no se sabía cómo los músculos controlan las ganas de hacer o no hacer ejercicio. Ella junto a su equipo comprobaron cómo manda señales al cerebro, y lograron localizar qué proteínas se activan para estimular las ganas de hacer deporte.

De igual forma, ellos lograron descubrir que estas proteínas se regulan mutuamente, lo que evita que el deseo de ejercitar desemboque en algo dañino para el propio organismo.

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En términos científicos esto sucede “cuando los músculos se contraen de manera repetida e intensa debido al ejercicio se activan dos proteínas de una misma familia (llamadas ‘p38α’ y ‘p38γ’), y las dos se regulan entre sí, de forma que el interés por realizar actividad física es mayor o menor dependiendo de cuánto se activa cada una”, explicó el medio citado.

“Y además hay una tercera proteína implicada -la ‘interleuquina’ 15 (IL-15)-; la activación de ‘p38γ’ a causa del ejercicio induce la producción de ‘IL-15′ y los investigadores han comprobado que esta proteína tiene un efecto directo sobre la parte de la corteza cerebral que controla el movimiento y su aumento funciona como una señal al cerebro para potenciar la actividad motora, lo que impulsa a los animales a estar más activos de forma voluntaria”, añadió.

Las posibilidades que trae este descubrimiento

El equipo científico concluyó que el entrenamiento produce que las ganas de realizar ejercicio permanezcan, incluso en sujetos de estudios que tienen una dieta alta en grasas y obesidad. El ejercicio constante demostró ser beneficioso ya que mejoró el metabolismo y disminuyó la tendencia a diabetes y acumulación de grasas.

Guadalupe Sabio señaló que si se confirma que el ‘IL - 15′ es un marcador en sangre que influye las ganas de hacer ejercicio, esto podría motivar más estudios para identificar qué tipo de actividad física lo estimula más, y si esto sucede de igual manera en una persona que tiene obesidad con otra que no tiene.

De igual forma, esto podría desembocar en la posibilidad de crear un fármaco derivado de dicha proteína, el cual ayudaría a las personas que se beneficiarían más de hacer actividad física, y tienen una menor tendencia a motivarse a ejercitar y mantenerlo a través del tiempo.

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