A lo largo de su relación, las parejas se enfrentan a variados desafíos y dudas. Para ayudar a resolver algunas de estas inquietudes, el boletín ‘Well’ de The New York Times acudió a expertos y les planteó la siguiente pregunta: ¿Qué consideran que las personas deberían saber acerca del sexo y la intimidad?
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1. Redefinir lo que es el sexo
La experta en terapia de parejas, Esther Perel, aclara a sus clientes que "el sexo no es algo que se hace, es un lugar al que vas".
Frecuentemente plantea cuestiones como: "¿Qué busca vivir allí? ¿Es para usted un episodio de trascendencia? ¿De vinculación espiritual? ¿De unión intensa? ¿O es una vivencia donde puede portarse mal y por un instante no ser un ciudadano ejemplar?".
Según Perel, entender que no es necesario alcanzar el orgasmo al mismo tiempo durante el acto sexual puede contribuir a que las parejas se sientan más relajadas.
2. No a la comparación
Lori Brotto, una psicóloga y académica de la Universidad de Columbia Británica, quien es también autora de Better Sex Through Mindfulness, invierte una gran cantidad de tiempo instando a las personas a que abandonen la idea de una vida sexual "normal" en términos de cómo y con qué frecuencia deberían ser íntimos.
La regularidad de actividad sexual en las parejas no representa un indicador crucial de la salud sexual, aseveró, a pesar de que es un aspecto al que "la gente le da mucha importancia".
"Me he encontrado con parejas que mantienen relaciones íntimas cada noche y se sienten infelices", reflejó Casey Tanner, especialista en terapia sexual de Nueva York y autora de Feel It All. Ha colaborado con parejas que experimentan una profunda conexión y tienen relaciones sexuales posiblemente tres veces en un año.
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3. Distintos tipos de deseo
La libido, vista como un impulso espontáneo hacia la actividad sexual, no es la única manifestación. Existe otra clase de interés sexual igualmente reconocido, denominado como el deseo reactivo. Este emerge como respuesta al disfrute intencionado o a incentivos eróticos, según lo explica Lauren Fogel Mersy, psicóloga y consejera sexual de Minnesota y escritora del libro Desire.
4. El poder del clítoris
"El clítoris es el epicentro del orgasmo en la mujer, y la gran mayoría de las terminaciones nerviosas que contribuyen a la sensación de gozo se ubican en la superficie de la vulva, no en el interior de la vagina", mencionó Ian Kerner, terapeuta sexual con sede en Nueva York y escritor de She Comes First.
5. Sexualidad masculina no es básica
"Ian Kerner, terapeuta sexual con base en Nueva York y escritor de 'She Comes First', manifiesta que a menudo se desestima la importante realidad de que la sexualidad del hombre es tan intrincada y diversa como la de la mujer."
La discrepancia del deseo es el problema principal que se aborda en su clínica, y los hombres están tan propensos como las mujeres a ser el integrante de la relación con menor deseo, afirmó. Frecuentemente, sus pacientes masculinos experimentan un gran sentimiento de vergüenza y timidez por no iniciar las relaciones sexuales de la manera en que "se espera que lo hagan".
6. Compromiso a la intimidad, no al sexo
"Los expertos explican que "el estrés de tener que satisfacer una expectativa sexual puede de hecho disminuir el apetito sexual".
"En vez de agendar el acto sexual, planeen una actividad que facilite la creación de un ambiente íntimo", sugiere la recomendación.
7. Pensar en el buen sexo
La psicóloga social y escritora de Love by Design, Sara Nasserzadeh, quien tiene clientes globales, notó una inclinación entre algunos de sus clientes de América del Norte a creer que es necesario discutir sobre sexo de manera excesiva.
"Nasserzadeh opina que es absurdo ya que el sexo es una actividad corpórea, "Incluye aspectos somáticos". Esto no implica que su consigna sea "Solo hazlo", pero en ciertas ocasiones, es fundamental permitir que el cuerpo se vincule, y permitir que "hable" por sí mismo.