Una travesía bautizada como “Montaña sin límites” es la que protagoniza el exatleta paralímpico de Chile, Julio Soto, quien ya ha subido grandes cumbres y que este fin de semana comenzó a encarar el volcán más alto de América: el Nevado Ojos del Salado.
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Sin embargo, la ambición de Julio Soto no se queda ahí, ya que la idea es lograr tocar el cielo en la cumbre más alta de América; el Aconcagua, travesía que está siendo registrada en todo momento por el cineasta Vicente Fernández, quien realizará un documental cuando se complete todo el recorrido.
¿Quién es Julio Soto?
Julio Soto tiene actualmente 34 años, a los nueve perdió su pierna izquierda producto de un cáncer y ahora busca motivar a las personas, especialmente a quienes tienen alguna discapacidad, a través de su admirable travesía sin límites.
“Lo hago por el resto de las personas con discapacidad, para que sientan que no están solas en su lucha. Para que sepan que se pueden desafiar a si mismos. Yo no solo se los digo, se los estoy demostrando”, aseguró al respecto.
Para dimensionar los logros de Julio Soto, ya ha logrado subir El Plomo, que es el cerro más alto de Santiago (5.424 mts); ahora va por Los Ojos del Salado, el volcán más alto de América (6891 mts); mientras que el Aconcagua (6960 mts) es su meta final y además, la cumbre más alta de América.
Equipado con dos bastones y una fuerte y solitaria pierna derecha, acaba de lograr -hasta ahora- la cumbre más alta en su curriculum: El Plomo, cima desde la que se puede visualizar todo Santiago. “En el día a día uso una prótesis. Pero para subir la montaña lo hago sin, así me siento más libre”, explicó.
“Fue una gran aventura de tres días. Logramos llegar a una cumbre de 5.424 metros de altura”, comentó respecto al logro de El Plomo, a lo que agregó que “estamos entrenando desde marzo de 2023 y tenemos como meta el Aconcagua. Lo primero fue entrenar la parte técnica. Ahora estamos centrados en hacer altura. Logramos el Plomo y ahora vamos por el Ojos del Salado, el volcán más alto de América. Vamos paso a paso, desbloqueando etapas”.
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Su compañero en esta aventura es el guía de montaña, Alejandro Calvo, quien respecto a Julio destacó que “es un tipo salvaje, tiene una fuerza mental única. Se propuso llegar al Aconcagua. Pero antes debemos lograr el Ojos del Salado, por el que vamos este fin de semana, en una travesía que durará 10 o 12 días”.
“Si yo me imagino la montaña sin límites, ustedes también pueden imaginarse la suya. Ahora tienen que pensar cuál es su montaña, aquello que se ve tan lejos y tan imposible”, cerró reflexionando Julio Soto sobre su travesía.