Este junio se celebra el Mes del Medio Ambiente, un hito de relevancia internacional que en 1973 encontró su validación en el orbe gracias a la decisión de la Asamblea General de Naciones Unidas de definir el 5 como el Día Mundial para tomar conciencia y comprender los efectos que cada acción del ser humano tiene en el fenómeno del cambio climático en nuestro planeta.
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La triple crisis planetaria es algo real y urgente. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), actualmente el 75% de los ecosistemas terrestres están severamente degradados. En Chile, el 44% del territorio está afectado por desertificación o sequía, según el Ministerio del Medio Ambiente. Y cada persona genera más de un kilo de basura diaria, pero sólo el cuatro por ciento se recicla de manera efectiva, según la Fundación Basura.
Conciencia por el Medio Ambiente
La buena noticia es que gran parte de este impacto está relacionado con nuestras decisiones individuales. Qué comemos, cómo nos movemos, cuánto consumimos y cómo desechamos. Todo cuenta.
Esta es una oportunidad para mirar con lupa nuestros hábitos y entender que este cambio puede combatirse mediante una serie de sencillas acciones cotidianas, tal como señala Cata Droguett, eco periodista chilena y fundadora de Mujer Sustentable, quien aporta en Publimetro.cl con una listado de cinco hábitos que puedes incorporar en tu actividad diaria para proteger el medioambiente y ser parte activa del cambio.
“El medioambiente no es un tema lejano ni complejo. Está en nuestra cocina, en nuestra ducha, en la forma en que nos movemos o compramos. Hablar de sostenibilidad no es sólo hablar de reciclaje. Es hablar de cómo queremos vivir. Lo importante es partir, aunque sea con un cambio pequeño”, expone la experta.
¿Y cuáles son estos hábitos en concordancia con el cuidado del medioambiente? La especialista lo resume en simples hábitos sostenibles, que asevera “puedes adoptar hoy mismo para reducir tu impacto ambiental”.
Repiensa lo que compras
Antes de llevar algo a casa, pregúntate si realmente lo necesitas. Opta por productos duraderos, locales y sin envoltorios innecesarios. El consumo responsable es una forma de voto. Cada compra es un apoyo a cierto tipo de producción.
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Muévete de forma más limpia
Elige caminar, pedalear o usar transporte público siempre que puedas. En Chile, el transporte representa cerca del 36% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del sector energía, siendo el transporte terrestre el principal responsable.
Cambiar un viaje en auto por uno en bicicleta o el mismo transporte público, puede reducir significativamente tu huella de carbono y contribuir a una mejor calidad del aire en nuestras ciudades.
Reduce, reutiliza y recién ahí, recicla
Separar los residuos es importante, pero aún más significativo es evitar generarlos. ¿Realmente necesitas imprimir ese papel? ¿Podrías reparar en vez de desechar? Prioriza siempre las tres R, en ese orden.
Ahorra agua y energía (aunque creas que es poco)
Cerrar la llave de paso del agua potable mientras te cepillas los dientes puede ahorrar hasta seis litros de agua por minuto. Apagar luces, elegir electrodomésticos eficientes y desconectar cargadores también reduce tu huella.
Repara, reutiliza y alarga la vida útil de lo que tienes
Antes de desechar algo que se rompió o ya no usas, piensa si puedes arreglarlo, donarlo o darle una segunda vida. La economía circular parte en casa, y cada objeto que no termina en la basura (y sobre todo en vertederos) es un respiro para el planeta.
“No se trata de ser perfectos, se trata de ser consistentes. El verdadero cambio viene cuando muchas personas hacen lo mejor que pueden, no cuando pocas lo hacen perfecto”, concluye Droguett.
“Ser parte de la solución está al alcance de tu mano, y el mejor momento para comenzar es hoy”, finaliza.
